Tras liberar esta semana a dos militares que estuvieron secuestrados, se espera que las FARC entreguen el jueves a una comisión humanitaria los restos de un mayor de la policía, quien murió en cautiverio en 2006.
El mayor de la policía Julián Guevara, de 41 años, murió en enero del 2006 tras haber estado retenido seis años por las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que lo capturaron junto con decenas de agentes en una incursión guerrillera a un puesto policial, en noviembre de 1998, en el poblado amazónico de Mitú, departamento de Vaupés, en el sur del país.
Ex compañeros de cautiverio y las FARC han dicho que Guevara, padre de una hija, amaneció muerto una mañana en el campamento donde estaba retenido. Agentes ya liberados por la guerrilla o rescatados por el ejército han dicho que Guevara estaba muy bajo de peso y padecía una intensa tos.
Tras anunciar la entrega de sus restos el año pasado y más tarde anunciar un aplazamiento de esta entrega alegando problemas de ``movilidad'' de los rebeldes encargados de hacerlo, las FARC dieron el 30 de marzo las coordenadas del lugar donde realizarán la restitución a la senadora Piedad Córdoba, delegados del Comité Internacional de la Cruz Roja y el obispo Leonardo Gómez, integrantes de la comisión humanitaria.
Córdoba, quien trabaja por la liberación de rehenes, ha dicho que tras recoger los restos de manos de los guerrilleros en un lugar no revelado de la selva, los dará de forma reservada en la jornada a la madre, Emperatriz Castro de Guevara; y casi simultáneamente a técnicos de medicina legal para la comprobación de identidad con pruebas de ADN.
La congresista, junto al resto de los integrantes de la misión humanitaria, tiene previsto partir por la mañana en un helicóptero militar de Brasil, país garante del operativo, desde el aeropuerto de Villavicencio, unos 75 kilómetros al suroeste de Bogotá, para regresar pocas horas después a la terminal y allí dar los restos a la madre de Guevara.
Las FARC han dicho que las liberaciones esta semana del soldado Josué Daniel Calvo, quien estuvo 11 meses retenido, el sargento viceprimero del ejército Pablo Emilio Moncayo, secuestrado por 12 años, y la entrega de los restos de Guevara, son un acto unilateral y en reconocimiento al trabajo en favor de la paz de Córdoba y los insistentes reclamos de liberación de parientes de los uniformados.
Tras las liberaciones de Calvo y Moncayo, las FARC aún mantienen en su poder a una veintena de militares y policías, la mayoría de ellos con más de una década de cautiverio. El comando de las fuerzas militares asegura que al menos un sargento del ejército y otro de la policía también murieron estando secuestrados por los rebeldes.
