lunes, 2 de mayo de 2011

Científicos aseguran que se puede llegar a borrar los recuerdos traumáticos


Los resultados podrían aplicarse en los humanos.

Un equipo de investigadores de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) ha realizado un descubrimiento que, en un futuro, podría ayudar a eliminar los recuerdos traumáticos que sufren, por ejemplo, los veteranos de guerra, las víctimas de violación, o las personas que han sufrido accidentes o han sido testigos de crímenes violentos. El hallazgo podría asimismo erradicar las adicciones a drogas u otras sustancias, según ha publicado Tendencias 21.

Así lo explica uno de los autores de la investigación, el neurocientífico de la UCLA, David Glanzman, en un comunicado emitido por dicha universidad, lo que se ha conseguido es eliminar o, al menos, debilitar drásticamente, un recuerdo a largo plazo, inducido de manera artificial en una especie de caracol marino conocido como Aplysia.

INVESTIGACIÓN CON CARACOLES MARINOS

La investigación fue realizada con caracoles marinos porque éstos poseen un sistema nervioso y de aprendizaje simple, que ha ayudado a comprender con detalle y precisión cómo la actividad de la PKM (proteína quinasa M) mantiene los recuerdos a largo plazo en estos animales. A modo de comparación, el caracol marino tiene unas 20.000 neuronas en su sistema nervioso central, mientras que los humanos tienen aproximadamente un trillón.

APLICACIÓN EN LOS HUMANOS

Sin embargo, según Glanzman: "Se ha demostrado que casi todos los procesos implicados en la memoria de estos caracoles también están implicados en la memoria de los cerebros de los mamíferos", es decir, que los resultados de esta investigación podrían tener aplicaciones en el cerebro de organismos más complejos, como el de los humanos.

Por tanto, este estudio supondría un avance hacia el descubrimiento de cómo eliminar estos recuerdos. Según el científico, ya se ha capturado la memoria en un plato de Petri, pero aún se debe averiguar dónde se localiza esa memoria dentro del cerebro humano.

Una vez que se consiga esto, Glanzman afirma que: "Seremos capaces de introducirnos en el cerebro de una persona, identificar la localización del recuerdo de una experiencia traumática e intentar apagarlo".