Recuerdan aquel juego de campeonato de la liga nacional en el 2003 entre los Marlines de Florida y los Cachorros de Chicago y donde un aficionado le quito una atrapada a Moisés Alou?Pues resulta que esa “Estupidez” la cual sigue sumiendo a los Cachorros en más años sin conseguir algún titulo, fue llevada a la pantalla grande, ya que se dio a conocer que esa acción donde el aficionado más odiado de la ciudad de Chicago, Steve Bartman, sale en un documental donde se expone esa acción que prácticamente además de haberle dado la vuelta al mundo, sigue siendo muy comentada por lo que “pudo” haber sido si él no le hubiese metido la mano a ese foul y que quizás, le hubiese dado posibilidades al equipo de casa haber llegado y ganado esa serie mundial.
Pero como los supuestos no existen, hoy en día los Cachorros de Chicago siguen desde 1908 sin ganar un título en las mayores por lo que hasta hoy muchas personas se siguen preguntando: que hubiera pasado si ese entrometido no hubiese intentado agarrar aquel globo de Luis Castillo y que a la postre cambio la historia de ese juego de aquel 14 de octubre en el Wrigley Fiel y que los pudo haber llevado a una serie mundial contra los Yanquis.
Según cuentan el creador de ese documental se llama Alex Gibney, en su trabajo narra con detalles lo que ocurrió esa noche de octubre en las frías noches de Chicago y donde prácticamente todo el estadio se le fue encima por su acción, situación que según cuenta el creador de ese trabajo, Bartman no entendió hasta el final del juego (y cuando fue sacado del Estadio por la policía porque si no lo matan ahí mismo) que entendió la magnitud de su acción, la cual al final de cuentas, es vista como lo que “cambio” la suerte de su equipo favorito.
Pero no todo se fue contra este personaje que debe ser más odiado en Chicago, sino que también muestra una medición de la trayectoria de esa pelota que supuestamente seria atrapada por Alou muy pagada a las gradas y se visualiza como se quitarían los brazos de Bartman y en base al uso de la tecnología, conocer si realmente el jardinero de los Cachorros estaba en condiciones de haber atrapado esa pelota.
En lo personal quiero ver ese documental y recordar aquella jugada, que debe ser considerada como una de las que realmente cambiaron el rumbo de un juego, pero también hay que entender que así es el Beisbol y lo más seguro es que en esa ocasión, el destino le jugó una muy mala jugada a Steve Bartman, quien lo más seguro todavía debe estar arrepentido de haber ido ese 14 de octubre del 2003 al Wrigley, haberse sentado al borde de la barda e intentar quedarse con una pelota de souvenir.
