jueves, 26 de enero de 2012

Familiares esperan policía arreste a los asesinos del sargento


Villa Central.- Moisés Elías, en brazos de la vecina de su padre, Denny Ramírez, no logra comprender la usencia abrupta de su papá en la casa, como tampoco logran entenderlo sus vecinos, amigos y familiares que definieron al Sargento Mayor Retirado, José Manuel Medina Matos (Tumpo), como un hombre ejemplar, correcto y solidario, a quien arrancaron la vida de un balazo en el pecho, justo cuando él niño cumplía cinco meses.

Medina Matos, oriundo del municipio de Los Ríos, provincia de Bahoruco, es definido como una persona que siempre estaba dispuesto a ofrecer su colaboración a sus semejantes a quien no conocieron enemigos en el sector que pudiera llevarle a quitarle la vida a un hombre correcto que no hacía mal.

A lo único que aspiran quienes viven en el sector, conocido como “El Barrio de Balaguer”, de este distrito municipal, provincia de Barahona, es que los asesinos del suboficial retirado sean apresados por la institución a la que le dedicó veinte años, sin manchar el uniforme.

Sin embargo, en opinión de la señora Denny Ramírez, una de las primeras que hace 8 años se mudó en el sector, dijo que aunque tienen sed de que sean apresados sus asesinos y la justicia deje caer todo el peso de la ley sobre sus verdugos, no devolverá la vida a un hombre serio, solidario y correcto que, “no parecía de esos policías arbitrarios”.

El Barrio de Balaguer, fue un proyecto habitacional que inició en su período de 10 años el fallecido, doctor Joaquín Balaguer, para profesionales agropecuarios, de enfermería y periodistas, pero la administración de Leonel Fernández (primer período), no hizo nada al igual que su antecesor, Hipólito Mejía en el 2000, siendo la postrimería de este último que ciudadanos lo ocuparon. El proyecto carece de los más elementales servicios.

Nada concreto

En la Dirección Regional Sur de la Policía Nacional, el Mayor, José de los Santos Pérez y Pérez, vocero de la institución del orden público aquí, entrevistado por cuadernodebennyrodriguez.wordpress.com, dijo que hasta el momento el crimen de su compañero de arma es investigado por la Subdirección Adjunta de Investigaciones Criminales.

Confirmó, además, que no hay detenidos con relación al caso, ocurrido cerca de las nueve de la noche del pasado domingo 22 de enero, pero que es investigado a profundidad, aunque no hay datos concretos, que conduzcan a los investigadores policiales hasta los asesinos del Sargento Mayor retirado por el momento, pero aseguró que serán apresados.

“Estamos trabajado, cotejamos datos e información que nos conduzcan a apresar a los que el domingo 22 de enero asesinaron de un balazo en el pecho al suboficial retirado José Manuel Medina Matos (Tumpo), aunque no tenemos datos concretos sobre el caso”, dijo Pérez y Pérez a este reportero.

Era ejemplar

Denny Ramírez, Darío Santos Gómez y Demetrio Beltré, dijeron no entender quién o quiénes pudieron haberle dado muerte a Medina Matos de una forma cobarde y vil a quien ni siquiera permitieron defenderse, que en un primer momento se pensó que él mismo se había matado al accidentarse la moto que conducía.

de izquierda a derecha, Denny Ramírez, el lugar donde cayó asesinado el suboficial retirado, Demetrio Beltré y Darío Santos Gómez, vecinos del malogrado ex agente de policía

Sin embargo, los vecinos descartan de plano esa posibilidad (que él mismo se mató) o que se trate de un atraco, debido a que sus matadores dejaron su arma y el motor y, al parecer, es la misma hipótesis manejada por los investigadores policiales sobre este hecho que ha causado pesar en este sector.

Magnolia Féliz Féliz, de 27 años, la esposa del ex policía asesinado, dijo que ella, al igual que vecinos, amigos y familiares, sorprendió el asesinato de su marido al que, también, dijo era un hombre entregado por completo a su familia y, “a quien no le hacía un bien, mucho menos le hacía un mal”. Ambos tenían 6 años casados procreando dos hijos: Moisés Elías y Joel David, de 5 meses y 4 años, respectivamente.

“Era un buen padre, buen vecino, incluso, hasta los perros que él encontraba por la calle realengos los recogía, los alimentaba y se hacía su amo por completo”, dijo la joven mujer con palabras entrecortadas por la pérdida repentina de su marido y con una evidente tristeza en su rostro.

Ella, así como sus vecinos, amigos y familiares, aunque conscientes de que al ser atrapados y condenados por la justicia los culpables no se devolverá la vida a un hombre correcto, serio y ejemplar, si abrigan la esperanza de que la policía, a la que el asesinado sirvió 20 largos años, sin manchar el uniforme, puedan identificarlos y ponerlos a disposición de la justicia para que paguen por sus hechos.

Por Benny Rodríguez