POR FELIX BETANCES.
Para Ecos del Sur.
La voluntad, es la disposici�n de un individuo de hacer algo, por convencimiento o por una simple decisi�n, en la que no haya intervenido ninguna circunstancia que pueda catalogarse como obligaci�n.
En nuestro Pa�s, estamos acostumbrados a escuchar la expresi�n: �La voluntad popular�, durante todo el a�o, y especialmente cuando se trata de las casi permanentes campa�as pol�ticas que creo, en muy pocas partes del mundo son tan enjundiosas como aqu�.
Siempre hemos escuchado el reclamo de respeto a la voluntad popular, cuando se trata de los resultados de los procesos electorales y como si fuera una facultad de los que est�n en la oposici�n, este elemento, siempre ha procedido de los mismos.
Nunca hemos escuchado a los que est�n en el Poder, reclamar este �Derecho�.
Todos los Partidos que han terciado en los distintos procesos electorales y en diferentes ocasiones y circunstancias, lo han hecho; cada uno en su momento.
Lo ha hecho el P.R.D. al igual que el moribundo P.R.S.C. y tambi�n el P.L.D. y si la memoria no nos falla, cada uno, ha acompa�ado su reclamo, de sus respectivas advertencias o amenazas unas veces tremendistas y otras veces m�s moderadas, pero en fin, con expresiones de no buenos amigos.
Lo que nos llama la atenci�n es que �sta situaci�n, se vende con la idea t�cita de que a quien o a quienes se hace la advertencia, est� cometiendo actos il�citos o desleales a los principios de equidad en el manejo pol�tico, especialmente en lo relativo al uso de los recursos de Estado, l�gicamente a favor de quien est� arriba en el momento.
Cabe preguntarse entonces: �Cu�l de los que han estado arriba no ha usado en su momento los recursos del pueblo para su provecho propio?. Y si el que est� abajo volviera al poder , �No volver�a a utilizarlos?. �Qui�n lo garantiza?.
Se puede entender que la voluntad popular solo estar�a amenazada para los que �no est�n� en el poder.
En un proceso electoral plagado de tr�fico de influencias, de d�divas, prebendas, sobornos, supuestas relaciones con el narcotr�fico, compra de cerebros a cualquier precio, lo que muchos confunden con compra de conciencia, ignorando que si existiese �sta, jam�s se vender�a. Se puede considerar que todos est�n en las mismas condiciones, ya que nadie est� libre de pecados.
Podr�a decirse que la voluntad popular en nuestro Pa�s, es una ilusi�n ya que m�s del 80 por ciento de los votantes, lo hacen por marcados intereses , por inducci�n de alguien a trav�s de alguna promesa o por haber sido extorsionado con la compra de su decisi�n mediante una miseriosa suma de dinero.
Sugiero a los partidos pol�ticos dominicanos o a sus l�deres, que busquen otra forma m�s filos�fica de enfocar sus realidades hacia el pueblo ya que todos sabemos lo que se mueve en cada caso.
Trabajen con diafanidad y por lo menos, con promesas que puedan significar alguna esperanza para que as� los que quieran les crean. Lamentablemente, yo no les creo
