martes, 27 de marzo de 2012

Apoyando a Alejandro Santana en su respuesta al sacerdote Manuel Hidalgo�

POR DARIO POZO RUZ, especial para Ecos del Sur.
Aunque muy poco divulgado, el origen de nuestra naci�n estuvo intervenido  por la Iglesia Cat�lica.  La Carta Pastoral del 28 de julio de 1844  emitida por el Arzobispo Tom�s de Portes e Infante, amenazaba con excomulgar a qui�n no votase por Pedro Santana, usurpando la presidencia de la Primera Rep�blica a Juan Pablo Duarte.
El triunfo electoral de Pedro Santana nos priv�  de un gobierno liberal y democr�tico, implantando un r�gimen dictatorial y anexionista responsable de la persecuci�n y asesinatos de destacados Trinitarios y del destierro de Juan Pablo Duarte y su familia, comienzo de injustos gobiernos que hemos heredado hasta la actualidad.
Parece que algunos eclesi�sticos no quieren apearse de sus privilegios, y hasta en la situaci�n actual con la escusa de arbitrar procesos electorales, siguen mostrando  poder y autoridad.
 �Autoridad moral?
Lo que es indudable es que a nuestros hermanos de la jerarqu�a, les molesta que los cat�licos de a pie, opinemos, y mucho menos cr�ticamente, de per�odos hist�ricos como su papel en la tiran�a de Trujillo, e incluso olvidando la titularidad de cierta congregaci�n destacada en el empleo de esclavos en los ingenios azucareros e la �poca colonial� �pueden dar lecciones de c�mo se trata a los haitianos en el Ingenio de Barahona ?
Mas les valdr�a hacer una autocr�tica, basada en principios teol�gicos y morales emple�ndose a fondo en fortalecer la moral de nuestra sociedad, abandonando sus posturas � muy apreciables en el sur � de intervenir en temas ambientales, o de desarrollo, de lo que no entienden y que a mi juicio solo han servido para crear servilismos en su torno y muy escasas realizaciones evaluables.
Algunos de sus pastores practican una doble moral: defensa de los haitianos ilegales, pero en sus actividades discriminan a quienes no pensamos d�cilmente como ellos