miércoles, 25 de abril de 2012

ALTARES AL SUELO.

Por Jose Antonio Matos Peña, Es la expresión que se nos ocurre, cuando al ver al Senador de la República por Peravia, Witon Guerrero, acusar al candidato presidencial del PRD, ingeniero Hipólito Mejía, de planificar la muerte de la eminente periodista Nuria Piera, después de denunciar una serie de datos sobre las empresas de un compañero suyo de Curul y al día siguiente, al salir el mismo senador, del despacho de jefe de la policía, diciendo que no tiene pruebas. Es penosa la actitud del legislador, que olvida su alta investidura y además, su gallardía, exhibida años atrás, cuando fue protagonista de denuncias sobre la corrupción y narcotráfico, hechas con vehemencia tal, que hizo pensar a una buena parte de la población, que el la honesta ciudad de Baní, prácticamente todo el mundo estaba ligado al narcotráfico. No faltaron voces en aquellas ocasiones en que se debatía acremente, la candidatura presidencial de su partido, el de la Liberación Dominicana, que le atribuyeran irresponsabilidad y falta de pruebas en sus aseveraciones, recrudeciéndose más, cuando aquellas denuncias lo llevaron a acusar a su propio gobierno, de echarle encima abusivamente los inspectores de aduanas a sus instalaciones comerciales. Definida la candidatura del candidato que apoyaba Wilton Guerrero, se acabaron sus acusaciones y denuncias. Sin embargo, la prensa nacional reseñó, una resolución en la que aparece el senado de la república, defendiendo al senador Bautista de las implicaciones en los contratos denunciados por Nuria, en sus programas de televisión y otra de desagravio a un presidente Norteamericano que no ha sido agraviado, suponiendo nosotros, que él, el senador referido estaba en las sesiones ó por lo menos no las desmintió, sabiendo el mundo, que estas acciones fuero puramente politiqueras y empequeñecedoras de la solemnidad de esa alta cámara. Visto todo este zigzaguear de denuncias del distinguido senador Banilejo, confesamos que no solo se nos ha caído un santo de nuestro altar, sino que se nos cayó el altar completo.