Es la expresi�n que se nos ocurre, cuando al ver al Senador de la Rep�blica por Peravia, Witon Guerrero, acusar al candidato presidencial del PRD, ingeniero Hip�lito Mej�a, de planificar la muerte de la eminente periodista Nuria Piera, despu�s de denunciar una serie de datos sobre las empresas de un compa�ero suyo de Curul y al d�a siguiente, al salir el mismo senador, del despacho de jefe de la polic�a, diciendo que no tiene pruebas.
Es penosa la actitud del legislador, que olvida su alta investidura y adem�s, su gallard�a, exhibida a�os atr�s, cuando fue protagonista de denuncias sobre la corrupci�n y narcotr�fico, hechas con vehemencia tal, que hizo pensar a una buena parte de la poblaci�n, que el la honesta ciudad de Ban�, pr�cticamente todo el mundo estaba ligado al narcotr�fico.
No faltaron voces en aquellas ocasiones en que se debat�a acremente, la candidatura presidencial de su partido, el de la Liberaci�n Dominicana, que le atribuyeran irresponsabilidad y falta de pruebas en sus aseveraciones, recrudeci�ndose m�s, cuando aquellas denuncias lo llevaron a acusar a su propio gobierno, de echarle encima abusivamente los inspectores de aduanas a sus instalaciones comerciales.
Definida la candidatura del candidato que apoyaba Wilton Guerrero, se acabaron sus acusaciones y denuncias. Sin embargo, la prensa nacional rese��, una resoluci�n en la que aparece el senado de la rep�blica, defendiendo al senador Bautista de las implicaciones en los contratos denunciados por Nuria, en sus programas de televisi�n y otra de desagravio a un presidente Norteamericano que no ha sido agraviado, suponiendo nosotros, que �l, el senador referido estaba en las sesiones � por lo menos no las desminti�, sabiendo el mundo, que estas acciones fuero puramente politiqueras y empeque�ecedoras de la solemnidad de esa alta c�mara.
Visto todo este zigzaguear de denuncias del distinguido senador Banilejo, confesamos que no solo se nos ha ca�do un santo de nuestro altar, sino que se nos cay� el altar completo.