El arte de batear como emergente - Barahoneros

domingo, 24 de junio de 2012

El arte de batear como emergente

Batear de emergente es un arte. Uno viene frío del banco, generalmente en una situación crucial del juego, a enfrentar a un lanzador que ya está lo sumamente caliente y enfocado en el partido.`

Sin embargo, por esas cosas increíbles que tiene el béisbol, hay bateadores que se ríen de la presión del momento y salen del dugout dispuestos a cambiar con un swing la decoración del partido.

Así hicieron Eric Chávez y Jim Thome el sábado: un solo swing y sus equipos, los Yankees de Nueva York y los Filis de Filadelfia, respectivamente, salieron por la puerta ancha en la jornada.


Los Yankees vencieron 4-3 a sus vecinos Mets en la Serie del Subway.

Los Mets ganaban 3-0 cuando en el séptimo inning, el de la suerte, el cubano Raul Ibanez le botó la pelota con dos en bases al abridor Chris Young para empatar la pizarra.

Le tocaba batear al lanzador Clay Rapada, pero Joe Girardi envió a Chávez de emergente y este no lo hizo quedar mal: jonrón ante el relevista Jon Rauch para romper el empate y remolcar la carrera que al final resultó decisiva.

Pero más espectacular aún fue el cuadrangular del veterano Thome.

Tras ir debajo 4-6, los Rays de Tampa Bay habían conseguido igualar a seis carreras en el principio del noveno ante el cerrador de Filadelfia, Jonathan Papelbon.


En el final del noveno, frente al relevista Jake McGee, el toletero de 41 años salió a batear por Papelbon y se fajó a fouls con el lanzador hasta llegar a conteo completo de 3-2.

En el octavo pitcheo que le hizo McGee, Thome le dio por la banda contraria y depositó la pelota en las gradas del jardín izquierdo, para desatar un manicomio sobre el terreno del Citizens Bank Park. Ganaron los Filis 7-6.

Para Thome fue su bambinazo número 609 de su carrera, con lo que iguala al dominicano Sammy Sosa en el séptimo lugar de la lista de jonroneros de todos los tiempos.

Asimismo, para el toletero zurdo fue su decimotercer cuadrangular para acabar un partido, el que más veces lo ha hecho en la historia, por delante de leyendas como Babe Ruth, Mickey Mantle, Jimmie Foxx, Stan Musial y Frank Robinson, todos con 12.

Y qué cosas increíbles que tiene el béisbol. En estos tiempos modernos, en que casi todo se resuelve a batazo limpio, los Azulejos de Toronto anotaron dos carreras ante los Marlins de Miami con jugadas de cuña.

Resulta curiosa la nobleza de los lanzadores de los Marlins cuando los rivales intentan el toque de bola. Nada de pitcheos difíciles para complicarles las cosas a los contrarios. Qué va. Envíos sin malicia, por el medio del plato, para facilitarle el trabajo a los tocadores de pelota.

En el juego entre Azulejos y Marlins, el abridor de los peces, Josh Johnson, lanzó una joya de dos hits durante siete episodios, con siete ponches.

El partido llegó igualado a una carrera al noveno episodio, pero los relevistas Steve Cishek y Edward Mujica echaron por tierra la buena faena de J.J. y toleraron entre ambos un racimo de seis carreras, coronado por grand slam de Colby Rasmus.

Pero ese es el béisbol, donde nada está escrito. Un juego que fue un duelo de pitcheo terminó con una paliza.