POR VICTOR MATEO.
Para Ecos del Sur.
Ahora bien, a tan solo d�as de haber transcurrido el proceso electoral dominicano, espec�ficamente el 1 de junio del presente a�o, un grupo de dirigentes, encabezados por el ex candidato presidencial, Hip�lito Mej�a, se reuni� en un hotel del Distrito Nacional, en donde se decidi� suspender a Miguel Vargas como presidente del PRD, a An�bal Garc�a Duverg�, a Julio Mar��ez y a Rafael V�squez, sustentando sus argumentos en el art�culo 51 de los reglamentos del partido.
Tambi�n fueron expulsados V�ctor G�mez Casanova, Khalil Michel, Anny Felipe, Saturnino Espinal, Pascual Valenzuela, Angelita Pe�a y Pap�n Guzm�n, estos �ltimos, por violentar el art�culo 55 del referido reglamento interno de la organizaci�n pol�tica.
Sin embargo, tal y como lo resalta el peri�dico Diario Libre, en su versi�n digital, el 4 de junio de 2012, el Comit� Ejecutivo Nacional (CEN), del sector del Partido Revolucionario Dominicano que encabeza Miguel Vargas Maldonado, aprob� someter ante la Comisi�n Nacional de Control, al ex candidato presidencial Hip�lito Mej�a, imput�ndole "actividades facciosas y propiciar una convocatoria irregular, ilegal, fraudulenta y anti estatutaria de algunos miembros de la Comisi�n Pol�tica ".
En dicho orden, se declar� la nulidad de la convocatoria a la reuni�n de algunos miembros de la Comisi�n Pol�tica del pasado 1 de junio, as� como la nulidad de las decisiones en ella adoptadas y, en consecuencia, se revocaron en todas sus partes las decisiones tomadas, "por ser violatorias de los estatutos del PRD, fraudulentas e ilegales".
Tambi�n ser�n sometidos por ante la Comisi�n Nacional de Control, el secretario general, Orlando Jorge Mera, y la secretaria de organizaci�n, Geanilda V�squez, por insubordinaci�n a las autoridades debidamente calificadas, lo que, de acuerdo a la resoluci�n, viola el literal D del art�culo 51 de los estatutos del PRD.
Decisi�n final
Este viernes 8 de junio de 2012, el Tribunal Superior Electoral (TSE) conocer� el caso, con la finalidad de adoptar una postura al respecto. Lo que se espera es que se estudie la demanda en nulidad y un recurso de amparo incoado por Miguel Vargas, con lo que se busca anular todas las medidas que fueron adoptadas por la facci�n contraria.
Sin embargo, el grupo de Hip�lito Mej�a ha convocado al Comit� Ejecutivo Nacional (CEN) para el pr�ximo domingo, a las 10 a .m., con lo que se pretende revocar las medidas tomadas por Vargas y reiterar las asumidas por Mej�a y la parte que �ste representa.
Conclusi�n
Independientemente de la decisi�n que pudiera tomar el TSE, lo que se avecina para el PRD es una guerra sin fin. Estudiosos de la ciencia pol�tica, as� como soci�logos, han establecido que tanto para Vargas como para Mej�a, ser� dif�cil llegar al poder en un siguiente torneo electoral.
En el caso de Miguel Vargas, se esgrimen en su contra los siguientes argumentos:
a) La fuerte oposici�n a lo interno de su partido;
b) El haber sido candidato en 2008, contando con un partido unificado;
c) Haber sido derrotado por Hip�lito Mej�a, de quien no se esperaba aspiraci�n alguna;
d) El silencio guardado durante la reci�n pasada campa�a, en la cual no se le vio haciendo campa�a por el candidato de su partido.
Se estima, por todo lo anterior, que su desempe�o no ser� favorable, am�n de que las divergencias se han llevado m�s all� de lo pol�tico (se dice que existen cuestiones �personales� que complican el asunto en contra de Mej�a).
En el caso de este �ltimo, las derrotas sufridas en 2004 y 2012, el descontento que gener� cuando fue presidente de la Rep�blica , con algunos dirigentes de su partido, el cuestionado proceso interno y su manera de dirigirse a sus compa�eros de partido, as� como tambi�n a cualquier personalidad de la vida p�blica dominicana y extranjera, desataron una gran cantidad de cr�ticas, lo que gener� una situaci�n tan dif�cil para Mej�a que bien pudo haberle granjeado la derrota electoral.
Finalmente, habr�a que esperar la decisi�n del tribunal apoderado, pues dicho fallo marcar�a un rumbo en el escenario perrede�sta, indicar�a las pr�ximas posturas que ser�n asumidas por ambos bandos y quiz�s provocar�a un proceso de reflexi�n institucional para limar asperezas que, de ser superadas, podr�an garantizar que el PRD siga siendo uno de los pilares de la democracia dominicana.
El autor es abogado y catedr�tico universitario