Consideran que la estabilidad emocional de la cantante —que fue ingresada a un hospital psiquiátrico en 2008 y está bajo la custodia de su novio y su papá— aún es frágil y podría verse afectada por la presión del show. “Participar puede ponerla de regreso en un territorio de crisis. Se pone extremadamente nerviosa y ansiosa, es dura consigo misma y no muy segura. Se trata de una gran cantidad de cambios a la vez para Britney”, dijo una persona cercana.
Sin embargo, la misma fuente considera que, si el prometido de la cantante y su familia no consideraran que está preparada para el reto, no le habrían permitido participar.
Se sabe que Britney solicitó para el show un consejero espiritual, un doctor y un psicólogo, además de 34 vestidos de Herve Leger y 12 barras de chocolate, entre otras cosas.