martes, 9 de octubre de 2012

¿Fracasaron las Fiestas Patronales de Barahona?

Por Juan Francisco Matos

Claro que sí, totalmente, y aunque influyeron en esto algunos factores, lo cierto es que el principal fue el desinterés de la población de participar en las festividades, por lo que ya no se les puede llamar  Patronales Nuestra Señora del Rosario, porque han perdido todo su sentido cristiano.

La no participación del pueblo fue la principal causa de este lamentable y vergonzoso fracaso, y no la falta de patrocinio, la inseguridad ciudadana, la delincuencia, entre otros factores, como alegan algunos que anteriormente se beneficiaron de una u otra forma de esta sana tradición.


Este desinterés de la ciudadanía frente a las Patronales se manifestó desde que hace tiempo  estas fueron convertidas  por un grupito en un negocio lucrativo, en  parrandas y borracheras que en ocasiones degeneraron en muertes violentas de ciudadanos, riñas violaciones sexuales, robos, atracos y hasta secuestros, en ocasiones.

Estas malas acciones sumadas al interés de varios de los que participaban en juegos populares, comparsas y presentaciones artísticas, entre otras  cosas, de que se les pagara dinero, corrompieron de una forma alarmante las Patronales,  lo que motivó que l Iglesia Católica se alejara de ellas, ejemplo que fue seguido por la mayoría de los pobladores.

Esta importante tradición establecida por el Padre Miguel Fuertes en el año 1909, lamentablemente ta perdido su sentido por culpa de aquellos que dicen pertenecer a la alta sociedad, a quienes solo le interesa lucrarse personalmente a expensas de cualquier personas o actividad, caiga quien caiga.

En nuestro esrito anterior, establecimos bien claro nuestra posición respecto a las Fiestas Patronales en el sentido de que  debe hacerse para que estas sean recuperadas y vuelvan a tener su esencia cristiana legada por el sacerdote Miguel Fuertes, quien se fue tranquilo a la tumba, con la creencia de que esta tradición se celebraría cada año de manera sana para bien de la generación de esa época, la presente y las futuras.