lunes, 21 de abril de 2014

OPINION: Do�a Carmen de Franco: maestra por siempre

POR JOSE ALCANTARA
Para ECOS DEL SUR.

Conoc� a la maestra Do�a Carmen en mi adolescencia, en el Centro Educativo de Educaci�n media �Dr. Federico Henr�quez y Carvajal�, cuando yo iba a ese lugar a escuchar los discursos de los dirigentes estudiantiles de finales de la d�cada 1960, que incid�an en las masas revolucionarias de manera militante en ese recinto escolar. Al verla por mi primera vez, fue tan grande mi impresi�n, que su rostro angelical me pareci�  que irradiaba paz a todo su alrededor. Tra�a su pelo suelto y eso se me pareci� a un gesto beatificado de cristiandad, que para mi inocencia espiritual, significaba el compromiso de esta maestra con la carrera profesoral.

Comprend� inmediatamente al conversar con ella, que esta se�ora de hablar pausado pero  firme, era justo el tipo de maestra que necesitaba  (y necesita) el sistema educativo dominicano. Con el paso del tiempo fue una de las principales consejera de todos nosotros, hombres y mujeres que a�os  m�s tarde pasamos a dirigir los frentes estudiantiles en esa escuela secundaria. Fue una de las tantas profesoras reprimida y maltratada por la fuerza represiva del r�gimen de los doce a�os del presidente Joaqu�n Balaguer.  Do�a  Carmen y su inseparable compa�ero, el tambi�n maestro Don Elino Franco, fueron brutalmente golpeados al junto de otros maestros/as,  la noche triste del 27 de enero del a�o 1970, cuando una banda de polic�as que comandaba el coronel asesino Paulino Reyes de Le�n, penetro de manera abrupta al liceo nocturno de esta ciudad Barahona.

All� defendi� con su voz y su cuerpo a los/as estudiantes, a los/as docentes y personal administrativo y de apoyo,  que de manera salvaje eran golpeados con todo tipos de objetos contundentes por los polic�as que penetraron a esa escuela publica, donde estudiaban obreros, chiriperos, amas de casa, entre otros hijos del pueblo trabajador. Fue golpeada salvajemente, pero no dio un paso atr�s en la defensa de su escuela.

Como maestra dejo un  legado  importante  para todos y todas los que quieran asumir y han asumido esta profesi�n, debido a que era una  persona con ideales claro, con una fuerza  espiritual definida en la creencia en Dios todo poderoso y siempre con la firme voluntad de servir con valent�a a aquellos que mas la necesitaban. Era amable servicial y cari�osa. A todos y todas nos trataba como  si fu�ramos sus hijos. No escatimaba esfuerzos para regalarnos un consejo para bien, y tambi�n  para acentuarnos que los dirigentes estudiantiles deber�amos ser buenos estudiantes.

La huella que dejo a todos/as los/as Barahoneros/as que la respetamos y que la apreciamos tanto, quedara plasmada como apreciable tesoro de sabidur�a e inteligencia, en todos los lugares del mundo donde hoy vive un alumno o alumna de Do�a Carmen Franco. Esperamos que su alma  siga rondando vigilante, para que sigamos firme por el camino correcto de la vida, sin perjudicar a los dem�s con decisiones incorrectas y malsanas.

Su magisterio, que trascendi� mas all� de nuestra provincia, favoreciendo aprendizaje  y llevando conocimientos, implicaba educar a las familias, y eso tambi�n hizo esta maestra excepcional. Su vocaci�n en el servicio magisterial se convirti�  en una luz que iluminaba todo el recinto donde estudi�bamos todos y todas. Hoy, sin ning�n tipo de sonrojo o verg�enza,  debemos mirar hacia el cielo, para saber  donde estar� Do�a Carmen, para que desde ese bendito lugar donde la pondr� Dios, nos oriente y nos diga como ser un buen maestro o  una buena maestra.

Do�a carmen siempre crey� en la inclusi�n, no discriminaba a nadie ni por raza, religi�n o por pol�tica, para ella, sus alumnos/as eran sus muchachos/as a los que  con mucho amor,  respeto,  cordura y paciencia les ense�aba. Su desprendimiento era tan grande, que utilizaba parte de su tiempo, ya fuera del aula, para darle mayores conocimientos   a los/as estudiantes. Era gu�a de todo aquel o aquella que necesita de ella. Con su discreci�n y sabidur�a, se convirti� en la estrella m�s brillante en un mundo de oscuridad como en el que viv�amos en esos tiempos, donde las fuerza del oscurantismo ten�an mas potencia que la luz de la verdad.

Su calidad intelectual  y su arte para comunicarse, la llevaron a ser una de la m�s grande entre las grandes. Su legado quedara por siempre  entre nosotros como una cualidad a seguir para la superaci�n acad�mica y para el proceso de ense�ar, para de esa forma,  inculcar  en nuestros/as j�venes valores revolucionarios y democr�ticos, con  actitudes y cualidades para la creaci�n de una cultura en defensa  de la familia y de la patria. Maestra Carmen siempre te voy a recordar. Te doy  Gracia por ense�arme a ser Maestro.