POR VINICIO LOPEZ
Para ECOS DEL SUR.
El incumplimiento a las reglas y leyes establecidas para una conducci�n vehicular decente se agudiza cada vez m�s, pues ya no son solo los del sexo masculino los violadores a los principios elementales, sino que es cada vez mayor el n�mero de mujeres que ol�mpicamente se saltan los sem�foros en sus pasolas y motocicletas, a veces sobrecargadas de ni�os.
Tampoco son �nicos los motociclistas y pasolistas que doblan cualquier esquina sin colocar las luces direccionales, o se�alar con la mano que direcci�n van a tomar en las intersecciones de las calles. Esta violaci�n tambi�n la cometen en demas�a automovilistas y conductores de car�simas jeepetas. Los excesos de velocidad son otras de las modalidades de conducci�n caracter�sticas, sin importar el tipo de veh�culo que se conduce.
Por las noches es un verdadero infierno conducir por cualquier v�a de nuestro pa�s con los conductores que mantienen altas las luces, aunque el conductor de enfrente se caiga muerto pidi�ndole bajar la luz por la molestia y la falta de visibilidad que provocan. Son tan despiadados al conducir que no les importa ni siquiera nublar la vista al conductor de enfrente cuando est�n cruzando un puente, un muro o una de las peligrosas zanjas de las que tanto abundan en nuestras v�as. Esta situaci�n se agrava m�s por la gran cantidad de motocicletas que circulan sin luces.
Si con la educaci�n no pueden corregirse estas desviaciones, la aplicaci�n de las leyes puede hacer el milagro. Es un buen tema de reflexi�n para esta Semana Mayor y siempre.
Tampoco son �nicos los motociclistas y pasolistas que doblan cualquier esquina sin colocar las luces direccionales, o se�alar con la mano que direcci�n van a tomar en las intersecciones de las calles. Esta violaci�n tambi�n la cometen en demas�a automovilistas y conductores de car�simas jeepetas. Los excesos de velocidad son otras de las modalidades de conducci�n caracter�sticas, sin importar el tipo de veh�culo que se conduce.
Por las noches es un verdadero infierno conducir por cualquier v�a de nuestro pa�s con los conductores que mantienen altas las luces, aunque el conductor de enfrente se caiga muerto pidi�ndole bajar la luz por la molestia y la falta de visibilidad que provocan. Son tan despiadados al conducir que no les importa ni siquiera nublar la vista al conductor de enfrente cuando est�n cruzando un puente, un muro o una de las peligrosas zanjas de las que tanto abundan en nuestras v�as. Esta situaci�n se agrava m�s por la gran cantidad de motocicletas que circulan sin luces.
Si con la educaci�n no pueden corregirse estas desviaciones, la aplicaci�n de las leyes puede hacer el milagro. Es un buen tema de reflexi�n para esta Semana Mayor y siempre.