POR CARLOS J. Vidal Lassis
Para Ecos del Sur
Todos los sectores de opini�n de la provincia Barahona, las fuerzas vivas, se han manifestado demandando que la �Glorieta� del Parque Central sea preservada en su dise�o original. El argumento es totalmente aceptado. Es un icono cultural de nuestro pueblo. Esto no deber�a ni de estar en discusi�n.
Si en verdad se requiere ser reconstruida por razones de decadencia de los materiales con que fue construida, es entendible que sea reparada y reforzada pero nunca modificada ni mucho menos destruida.
El caso es muy apropiado para que las autoridades electas o nombradas entiendan de una vez por todas que en nuestro sistema pol�tico social, la voluntad de las mayor�as es la que se impone y es la que vale.
Porque mientras se pretenda ignorar la voluntad de las mayor�as, cada vez mas, se encontrar�n con el muro contendor de su fuerza pol�tica y social. Aunque todav�a lamentablemente, el pueblo no se ha dado cuenta totalmente de su poder pero eso va caminando.
Es aqu� donde radican este y muchos otros problemas en nuestra provincia.
En el sistema democr�tico y representativo en que se dice que vivimos, es decir, que todos decidimos que nos regir�amos bajo los principios y las leyes que se estructuran en esta forma de orden social, la Sala Capitular del Municipio de Barahona, el Alcalde, el Viceministro de Turismo y cualquier otro servidor publico no pueden actuar en contra de la voluntad del pueblo, seg�n se ha expresado por todos los medios posibles.
Si en verdad se requiere ser reconstruida por razones de decadencia de los materiales con que fue construida, es entendible que sea reparada y reforzada pero nunca modificada ni mucho menos destruida.
El caso es muy apropiado para que las autoridades electas o nombradas entiendan de una vez por todas que en nuestro sistema pol�tico social, la voluntad de las mayor�as es la que se impone y es la que vale.
Porque mientras se pretenda ignorar la voluntad de las mayor�as, cada vez mas, se encontrar�n con el muro contendor de su fuerza pol�tica y social. Aunque todav�a lamentablemente, el pueblo no se ha dado cuenta totalmente de su poder pero eso va caminando.
Es aqu� donde radican este y muchos otros problemas en nuestra provincia.
En el sistema democr�tico y representativo en que se dice que vivimos, es decir, que todos decidimos que nos regir�amos bajo los principios y las leyes que se estructuran en esta forma de orden social, la Sala Capitular del Municipio de Barahona, el Alcalde, el Viceministro de Turismo y cualquier otro servidor publico no pueden actuar en contra de la voluntad del pueblo, seg�n se ha expresado por todos los medios posibles.
Las autoridades deben entender claramente la jerarqu�a de las voluntades. Primero el Pueblo, Segundo el Pueblo y luego el Pueblo.
Quienes son elegidos para que representen al pueblo y quienes estos nombran para servir al pueblo est�n obligados a servir la voluntad del pueblo, por beneficio y para beneficio del pueblo.
�BARAHONA SIEMPRE!