POR ALEJANDRO SANTANA
Articulo enviado a ECOS DEL SUR
Un d�a una se�ora amanece, con la presunci�n de que algo grande pasar�a en su pueblito, al poner el desayuno a uno de sus hijos, este la ve preocupada y le pregunta que le pasaba.
La respuesta fue muy directa,!hijo, he amanecido con la incertidumbre de que algo grande va a pasar en este pueblo!.
Mam�, esas son cosas de viejos,-le dijo el hijo, siempre sue�an con fantasmas.
Luego de desayunar, este se fue al billar del barrio, comenz� una partida de bola negra con un amigo, se presenta una jugada, en el argot de los jugadores,�una carambola�, ha que no haces esa jugada, te apuesto cien pesos, le dijo el contrincante.
�Estas loco, no ve que hasta un ciego mete esa bola donde est�,-pues vamos doscientos pesos, se casa la aposta, y este fall� el tiro.-Las burlas,- he que estoy preocupado, pues mi madre me dijo que algo grande va a pasar en este pueblo.
Sigui� jugando marcado por el desasosiego de creer tambi�n que en el pueblo algo grande pasar�a, perdi� todo lo que ten�a.
El ganador fue a su casa y le dijo a la mam�, tengo dinero para que hagas una compra, le gan� al despistado de Manuel, porque anda preocupado creyendo lo que su madre le dijo !Que en este pueblo algo grande va a pasar!!.
Ya de compra la se�ora encamina sus pasos a la carnicer�a, pide tres libras de carnes, pero reflexiona y dice v�ndeme 5 que andan diciendo que algo grande va a pasar en este pueblo.
Los clientes que estaban en el lugar aumentaron la cuota, bajo la misma creencia, el carnicero como hombre de negocio propal� la especie, sacrific�, otra res y tambi�n la vendi�.
A las doce del medio d�a la creencia se hab�a esparcido como p�lvora, todos estaban en la creencia que algo grande pasar�a y comenzaron a ver cosas y situaciones fuera de lo normal.
�Un p�jaro en el parque, mucho calor fuera de �poca, rareza en el sol, movimiento extra�o de las nubes, en fin todo estaba condicionado para que pasara lo que alguien se hab�a imaginado en la ma�ana!.
A las tres de la tarde todos estaban en las calles, ya a las cuatro, el m�s cuerdo del pueblito, decidi� largarse con sus cosas, las cargo en una carreta, pero cuando emprende el camino se devuelve y le prende fuego a su casa.
Los dem�s lo imitan, cargan sus cosas, y prenden fuego a sus viviendas para que lo que viniera no se ensa�ara con sus casas, literalmente el pueblo est� en llamas y una caravana de carretas, mulos y personas a pie marchan del pueblo.
La se�ora due�a de la creencia que se hab�a mantenido en su casa haciendo sus quehaceres, al sentir el murmullo extra�o, sale a la calle y al ver el pueblo prendido en candela y la hilera de personas abandon�ndolo,. Exclam�.
�Yo sabia que algo grande iba a pasar en este pueblo!. Cr�nica de Gavo, la Idea que da vuelta. Otra de las grandes cosas de el, fue en la obra el Amor en los tiempos del C�lera.
Aqu� nos recrea con,!ser�s mi mujer aunque sea despu�s de muerta, y cuenta la historia que hicieron el amor cuando los dos ol�an a muertos.
Hoy vamos a �Comer Mierda�, y aquella frase casi prof�tica, el pobre es un ser que ha nacido jodido, ha vivido jodido, y cuando la mierda comience a venderse, el nacer� sin culo.
Los sue�os de un coronel de muchas guerras perdidas, que vivi� el resto de sus d�as a�orando la llegada del correo donde le llegar�a la noticia de una anhelada pensi�n, que nunca lleg�.
Cr�nica de una muerte anunciada, una genial obra literaria donde la historia comienza por la muerte del protagonista, la historia de sus a�os de reportero, cuando el medio lo env�a a un pueblito muy lejano a cubrir las incidencias de una huelga.
Al llegar luego de dos d�as de camino junto al fot�grafo, se encontr�, que hab�a sido una falsa del corresponsal,!no he venido de tan lejos para que no haya una huelga y junto al corresponsal la organizaron.
La cr�nica noticiosa publicada en el medio destacaba que hab�a ocurrido una huelga de quince d�as donde los primeros trece fueron bajo lluvia y la gente se lavaba en las calles donde hacia sus necesidades.
Fue ingenioso, poseedor de una gran imaginaci�n e ingenio para producir situaciones interesante, como aquella de la escasez de agua que oblig� a un diplom�tico a afeitarse con jugo de frutas.
Imaginaci�n fue lo que mas tuvo, Cien A�os de Soledad, lo destacan todo un andamiaje en una gran obra donde todos los personajes fueron inventados, las escenas, los lugares e incidencia, donde el ultimo de esa dinast�a muere comido por las hormigas.
Hemos perdido a un gran escritor a un hombre de ideas claras a un gran inspirador de quienes a trav�s de sus obras lo seguimos y lo seguiremos recordando y a�orando, Vivir para Contarla, una de sus grandes obras donde destaca.
La historia la contamos a trav�s de nuestros recuerdos de los hechos ,y cuantos recuerdan a Miguel Mitin, Clandestino en Chile, un cineasta exiliado, perseguido por la dictadura de Pinoch�, que entro al pa�s, estuvo en el palacio y firm� un documental, sobre este ,escribi�,�le puso un gran rabo de burro a la dictadura.
Todos los asiduos lectores lo recordaremos y contaremos la historia a partir de c�mo lo recordemos, porque as� es la realidad, Gabriel Garc�a M�rquez, periodista de oficio, premio novel de literatura.
Articulo enviado a ECOS DEL SUR
Un d�a una se�ora amanece, con la presunci�n de que algo grande pasar�a en su pueblito, al poner el desayuno a uno de sus hijos, este la ve preocupada y le pregunta que le pasaba.
La respuesta fue muy directa,!hijo, he amanecido con la incertidumbre de que algo grande va a pasar en este pueblo!.
Mam�, esas son cosas de viejos,-le dijo el hijo, siempre sue�an con fantasmas.
Luego de desayunar, este se fue al billar del barrio, comenz� una partida de bola negra con un amigo, se presenta una jugada, en el argot de los jugadores,�una carambola�, ha que no haces esa jugada, te apuesto cien pesos, le dijo el contrincante.
�Estas loco, no ve que hasta un ciego mete esa bola donde est�,-pues vamos doscientos pesos, se casa la aposta, y este fall� el tiro.-Las burlas,- he que estoy preocupado, pues mi madre me dijo que algo grande va a pasar en este pueblo.
Sigui� jugando marcado por el desasosiego de creer tambi�n que en el pueblo algo grande pasar�a, perdi� todo lo que ten�a.
El ganador fue a su casa y le dijo a la mam�, tengo dinero para que hagas una compra, le gan� al despistado de Manuel, porque anda preocupado creyendo lo que su madre le dijo !Que en este pueblo algo grande va a pasar!!.
Ya de compra la se�ora encamina sus pasos a la carnicer�a, pide tres libras de carnes, pero reflexiona y dice v�ndeme 5 que andan diciendo que algo grande va a pasar en este pueblo.
Los clientes que estaban en el lugar aumentaron la cuota, bajo la misma creencia, el carnicero como hombre de negocio propal� la especie, sacrific�, otra res y tambi�n la vendi�.
A las doce del medio d�a la creencia se hab�a esparcido como p�lvora, todos estaban en la creencia que algo grande pasar�a y comenzaron a ver cosas y situaciones fuera de lo normal.
�Un p�jaro en el parque, mucho calor fuera de �poca, rareza en el sol, movimiento extra�o de las nubes, en fin todo estaba condicionado para que pasara lo que alguien se hab�a imaginado en la ma�ana!.
A las tres de la tarde todos estaban en las calles, ya a las cuatro, el m�s cuerdo del pueblito, decidi� largarse con sus cosas, las cargo en una carreta, pero cuando emprende el camino se devuelve y le prende fuego a su casa.
Los dem�s lo imitan, cargan sus cosas, y prenden fuego a sus viviendas para que lo que viniera no se ensa�ara con sus casas, literalmente el pueblo est� en llamas y una caravana de carretas, mulos y personas a pie marchan del pueblo.
La se�ora due�a de la creencia que se hab�a mantenido en su casa haciendo sus quehaceres, al sentir el murmullo extra�o, sale a la calle y al ver el pueblo prendido en candela y la hilera de personas abandon�ndolo,. Exclam�.
�Yo sabia que algo grande iba a pasar en este pueblo!. Cr�nica de Gavo, la Idea que da vuelta. Otra de las grandes cosas de el, fue en la obra el Amor en los tiempos del C�lera.
Aqu� nos recrea con,!ser�s mi mujer aunque sea despu�s de muerta, y cuenta la historia que hicieron el amor cuando los dos ol�an a muertos.
Hoy vamos a �Comer Mierda�, y aquella frase casi prof�tica, el pobre es un ser que ha nacido jodido, ha vivido jodido, y cuando la mierda comience a venderse, el nacer� sin culo.
Los sue�os de un coronel de muchas guerras perdidas, que vivi� el resto de sus d�as a�orando la llegada del correo donde le llegar�a la noticia de una anhelada pensi�n, que nunca lleg�.
Cr�nica de una muerte anunciada, una genial obra literaria donde la historia comienza por la muerte del protagonista, la historia de sus a�os de reportero, cuando el medio lo env�a a un pueblito muy lejano a cubrir las incidencias de una huelga.
Al llegar luego de dos d�as de camino junto al fot�grafo, se encontr�, que hab�a sido una falsa del corresponsal,!no he venido de tan lejos para que no haya una huelga y junto al corresponsal la organizaron.
La cr�nica noticiosa publicada en el medio destacaba que hab�a ocurrido una huelga de quince d�as donde los primeros trece fueron bajo lluvia y la gente se lavaba en las calles donde hacia sus necesidades.
Fue ingenioso, poseedor de una gran imaginaci�n e ingenio para producir situaciones interesante, como aquella de la escasez de agua que oblig� a un diplom�tico a afeitarse con jugo de frutas.
Imaginaci�n fue lo que mas tuvo, Cien A�os de Soledad, lo destacan todo un andamiaje en una gran obra donde todos los personajes fueron inventados, las escenas, los lugares e incidencia, donde el ultimo de esa dinast�a muere comido por las hormigas.
Hemos perdido a un gran escritor a un hombre de ideas claras a un gran inspirador de quienes a trav�s de sus obras lo seguimos y lo seguiremos recordando y a�orando, Vivir para Contarla, una de sus grandes obras donde destaca.
La historia la contamos a trav�s de nuestros recuerdos de los hechos ,y cuantos recuerdan a Miguel Mitin, Clandestino en Chile, un cineasta exiliado, perseguido por la dictadura de Pinoch�, que entro al pa�s, estuvo en el palacio y firm� un documental, sobre este ,escribi�,�le puso un gran rabo de burro a la dictadura.
Todos los asiduos lectores lo recordaremos y contaremos la historia a partir de c�mo lo recordemos, porque as� es la realidad, Gabriel Garc�a M�rquez, periodista de oficio, premio novel de literatura.