Se extiende desastre ambiental por derrame de petróleo en EEUU; La petrolera minimizó el grave riesgo - Barahoneros

domingo, 2 de mayo de 2010

Se extiende desastre ambiental por derrame de petróleo en EEUU; La petrolera minimizó el grave riesgo


Tras llegar a las costas de Luisiana, la marea negra en el Golfo de México amenaza ahora a Alabama y Mississippi, declaradas en emergencia.

El derrame de petróleo en el Golfo de México, que alcanzó ya las costas de Luisiana (sur) y puso en estado de emergencia a Alabama y Mississippi, podría convertirse en una de las peores catástrofes ecológicas de la historia de E.U.

El presidente Barack Obama visitará la zona de desastre en las próximas horas para evaluar la situación y la respuesta gubernamental, anunció ayer un portavoz de la Casa Blanca.

Billy Nungesser, presidente de la región de Plaquemines, en Luisiana, dijo que la marea negra -originada por una plataforma del grupo británico BP que se hundió el 22 de abril- alcanzó la noche del jueves la costa, cerca de la desembocadura del Mississippi.

Los gobernadores de Luisiana, Florida, Alabama y Mississippi declararon el estado de emergencia, y el presidente Obama ofreció "todos los recursos disponibles", incluyendo los militares.

'Hay suficiente petróleo allí por lo que es lógico pensar que llegará a la costa, Es sólo una cuestión de dónde y cuándo', dijo el almirante de la Guardia Costera estadounidense, Thad Allen. 'La Madre Naturaleza tiene voz en este asunto', agregó.

La línea costera desde Luisiana a Florida está amenazada por el derrame, cuyo tamaño estimado es de unos 208 a 112 kilómetros de tamaño y sigue creciendo. Muchas de las comunidades en el camino de la mancha de crudo son las mismas que fueron devastadas por el Huracán Katrina en el 2005.

El petróleo, que brota sin control de un profundo pozo submarino dañado a unos 68 kilómetros de la costa de Luisiana, es presionado al norte por vientos fuertes y cambiantes.

Los humedales costeros de Luisiana constituyen un santuario de fauna, particularmente de aves acuáticas, y las costas de Florida albergan una enorme industria pesquera y turística.

El derrame -una mancha de 1.500 km2- fue declarado catástrofe "de importancia nacional". El anuncio estuvo precedido por el hallazgo el jueves de una nueva fuga de petróleo, que vierte al mar más de 5.000 barriles (800.000 litros) por día, según el gobierno estadounidense.

El diario de Alabama The Mobile Press-Register dijo ayer que una fuente confidencial de la Administración Nacional de Océanos y Atmósfera había informado que se habían descubierto dos nuevos puntos de fuga en el deteriorado conducto.

"Si el tubo se sigue deteriorando, el flujo podría resultar incontrolable y el volumen liberado podría ser de una magnitud superior a la imaginada", afirma el periódico.

Mientras tanto, altos funcionarios federales y estatales advirtieron a British Petroleum que los recursos que dedica a la tarea de control de la marea negra son insuficientes.

"Estoy preocupado porque los recursos (dispuestos por) BP no son los adecuados", dijo el gobernador de Luisiana, Bobby Jindal. "Los exhorto a que procuren más ayuda del gobierno federal y de otros", dijo en una conferencia de prensa.

La llegada de la marea a Luisiana obligó a cerrar los criaderos de langostinos y los bancos de ostras. Criadores de camarón de Luisiana ya presentaron una demanda colectiva contra BP por "negligencia" y "contaminación" para obtener un resarcimiento de 5 millones de dólares.

La agencia de evaluación financiera Fitch Ratings estima que la limpieza de la marea negra podría costar 3.000 millones de dólares.

La plataforma 'Deepwater Horizon' contenía 2,6 millones de litros de petróleo en depósito y extraía cerca de 1,27 millones de litros por día.

El hundimiento ocurrió el 22 de abril, dos días después de una explosión con posterior incendio en el que murieron 11 trabajadores de BP.

Fauna y flora marina de México y E.U. en grave riesgo

En la ruta de la extensa mancha se encuentran grandes canales de navegación, áreas de pesca claves, refugios de flora y fauna nacional, además de populares playas. Hasta ahora, las líneas más importantes de navegación que llevan al Río Mississippi y los grandes puertos de la costa del Golfo no han sido afectados, indicaron funcionarios.

La costa del Golfo de México y sus pantanales son hogar de cientos de especies salvajes, incluidos manatís, tortugas marinas, delfines, marsopas, ballenas, nutrias, pelícanos y otras aves.

El Golfo también es uno de los terreno más fértiles de comida marina, lleno de camarones, ostras, mejillones, cangrejos y pescados. Mantiene a una industria de 1.800 millones de dólares, sólo por detrás de Alaska.

En la primera señal de que el derrame afectó la producción de energía estadounidense costa afuera, el Servicio de Manejo de Minerales dijo el sábado que dos plataformas estadounidenses frente al Golfo de México debieron cerrar y que una tercera fue evacuada como medida de seguridad.

Se esperaban más cierres, agregó, pero la producción afectada hasta el momento era muy pequeña.

Sin embargo, las grandes instalaciones de gas y petróleo del Golfo están en su mayoría al sur y el oeste del derrame y no habían sido afectadas por ella hasta el sábado, según un portavoz de las compañías, que incluyen a BP Plc , Royal Dutch Shell y Chevron Corp .

La filtración, que siguió a la explosión y hundimiento de una torre de perforación la semana pasada, obligó a Obama a suspender planes políticamente delicados para expandir las perforaciones de crudo mar adentro.

Los proyectos habían sido develados el mes pasado, en parte para atraer el apoyo republicano a una legislación sobre cambio climático.

Se estima que el costo de la operación y el posible daño que podría causar el derrame sería de miles de millones de dólares.

Sin una solución sencilla a la vista para cerrar un pozo que se encuentra a unos 1,6 kilómetros bajo el mar, varios cientos de barcos y aviones están trabajando para contener la mancha en la superficie.

La Guardia Costera extendió barreras flotantes de contención, las que son ubicadas en el agua y absorben el petróleo, en un esfuerzo por impedir que el crudo contamine la costa. Pero las marejadas han interferido con esos esfuerzos.

El Gobierno de Obama ha dicho que no se permitirán nuevas zonas de perforación hasta después de una revisión sobre el derrame.

La petrolera minimizó el grave riesgo

El derrame de petróleo en el Golfo de México, el peor en décadas en Estados Unidos, amenazaba con agravarse ayer, mientras al menos ocho demandas han sido presentadas ante la justicia en las zonas amenazadas, esencialmente por pescadores, que acusan de “negligencia” a la firma británica British Petroleum (BP).

Los guardacostas estiman que la fuga de petróleo podría agravarse considerablemente, derramando 800 mil litros diarios de crudo, informó ayer el diario local The Mobile Press-Register.

Empujada por fuertes vientos del sudeste, las primeras capas de petróleo tocaron el jueves de noche los humedales cercanos a la desembocadura del Misisipi, en lo que podría ser la peor catástrofe ecológica en la Unión Americana.

Centenares de kilómetros de costas están amenazados en Luisiana, Misisipi, Alabama y Florida, región que representa 40% de los humedales frágiles del país. Los estados de Alabama y Missisipi decretaron el estado de emergencia siguiendo a Luisiana y Florida, donde se espera que el lunes llegue la mancha de petróleo.

El director ejecutivo de BP, Tony Hayward, dijo al Financial Times que “no fue nuestro accidente, pero es nuestra responsabilidad limpiar” la mancha. “Las demandas legítimas (de los afectados) serán contempladas”.

“Para las aves es el peor momento: es el periodo de reproducción y de nidificación”, destacó Melanie Driscoll, de la organización ecologista Audubon Society. Los humedales costeros de Luisiana constituyen un santuario de fauna.

Varias operaciones se realizan a la vez, entre guardacostas y la BP, que explotaba la plataforma accidentada y hundida el 22 de abril, lo que causó la actual fuga de crudo.

Equipos de emergencia se desplazaban a las zonas costeras para realizar operaciones de limpieza y BP puso a disposición del público un número telefónico gratuito para que llamen quienes quieran ofrecerse como voluntarios.

Más de 84 km de diques flotantes fueron desplegados para intentar contener la mancha de petróleo. Más de 3.8 millones de litros de petróleo mezclado con agua fueron ya retirados del mar.

Otras dos plataformas petroleras en el Golfo de México debieron detener sus operaciones por razones de seguridad y una fue evacuada.

Una parte de las aguas del Misisipi, el mayor río del país, estaba siendo desviada en dirección de los humedales para contener la marea negra, decretada “catástrofe nacional” por la administración, lo que permite utilizar medios de todo el país.

“De acuerdo a las últimas imágenes satelitales que recibimos, el tamaño del derrame es tres veces más grande” de lo que se había estimado previamente, dijo ayer Hans Graber, director de un centro de análisis de imágenes satelitales (CSTARS) de la Universidad de Miami.Añadió que la mancha de petróleo alcanzaba ayer los 9,000 km cuadrados, igual al tamaño de la isla de Puerto Rico y el triple de la medición que se había realizado tres días antes, cuando alcanzaba unos 2,600 kilómetros cuadrados.

El centro de investigación CSTARS provee información a gobiernos, organizaciones y científicos sobre fenómenos climatológicos, marítimos y asuntos relativos a la seguridad costera para permitir una planificación de desastres a tiempo. Su campo de análisis satelital abarca una vasta región que incluye la mitad este de EU, el Caribe, Centroamérica y un sector norte de Sudamérica.

La plataforma Deepwater Horizon contenía 2.6 millones de litros de petróleo en depósito y extraía cerca de 1.27 millones de litros por día.

Dos puntos de fuga

Una fuente de la Administración Nacional de Océanos y Atmósfera de EU filtró que se habían hallado dos nuevos puntos de fuga en el conducto de la plataforma colapsada.

Funcionarios federales y el gobernador de Luisiana, Bobby Jindal, advirtieron a la BP que los recursos que está destinando al control de la marea negra son insuficientes.

La Casa Blanca informó que unos 1,900 funcionarios federales estaban en el área siniestrada con 300 botes y aviones.