viernes, 1 de julio de 2011

Red de prostitución en Chile; Mujeres dominicanas ocupan el segundo lugar


Santiago de Chile.- Estudio del OS-9 revela que existen 724 mujeres de 10 nacionalidades y muchas han sido engañadas con ofertas de trabajo legal. Se concentran en las comunas con más actividad minera, forestal y pesquera. Han descubierto cuatro bandas dedicadas a la trata de personas: dos dominicanas y dos paraguayas.

La "promesa laboral" es tentadora. Les ofrecen viajar a Chile con trabajos muy bien remunerados y todas las garantías para que su estadía en el país sea legal y lo más prometedora posible. Pero basta que lleguen a para que vean la realidad: todo era un engaño y las fuerzan al comercio sexual. Otras saben a lo que vienen, pero también son engañadas porque finalmente no les cumplen las ofertas.

Carabineros elaboró el catastro y el mapeo a raíz de las denuncias, detenciones, procedimientos y empadronamientos que se han realizado en locales nocturnos dedicados, para lo cual tomaron en cuenta los registros del 2010 y lo que va de este año.

¿Y para qué darse el trabajo de hacer este singular estudio?

Víctimas de bandas dominicanas

Las colombianas ocupan el primer lugar en el listado, ya que 354 mujeres de esa nacionalidad ejercen la prostitución. Según las declaraciones que han entregado ellas, existen dos ganchos principales que les atrae: Chile es uno de los que tienen la mejor economía de la región y "les agrada" que exista una alta seguridad ciudadana . En Colombia, dicen, ganan poco dinero y, además, están cansadas de la presencia de grupos terroristas que provocan inestabilidad en la zona. A esto se suma que en su país hay bandas con "bastante experiencia" en este delito.

Mujeres provenientes de República Dominicana siguen en número a las colombianas, con 167 personas. En los últimos siete meses son dos las bandas dominicanas dedicadas a "trata de blancas" que ha desbaratado el OS-9. La última fue detenida el 26 de mayo, en que se determinó que la promesa para traerlas a Chile era que trabajarían de empleadas domésticas. Los delincuentes cobraban 1.200 dólares a las víctimas para que llegaran al país y les entregaban todos los códigos de vestimenta para que no llamaran la atención. Una vez en Chile, las obligaban a ejercer la prostitución en distintos locales nocturnos.

Bailarinas, meseras y coreógrafas

Cuando los carabineros ingresan a un prostíbulo a fiscalizar y se topa con las extranjeras, estas mujeres dan las más diversas respuestas para tratar de explicar su presencia. Así, 355 dijeron que eran meseras del lugar o que estaban de público; 215 no quisieron entregar una respuesta y 57 confesaron que se dedicaban al comercio sexual, mientras que 55 dijeron ser bailarinas. En dos casos la respuesta fue "soy coreógrafa", mientras que seis dijeron ser empleadas administrativas.

Y al analizar sus papeles se destapó la ilegalidad de sus estadías en el país. De hecho, cerca de 280 están trabajando con visa de turista y 158 tiene sus papeles "en blanco", es decir, sin situación regularizada.

Existe una cifra negra respecto a esta actividad que para la policía resulta imposible de rastrear: la prostitución "vip", pues las extranjeras contactan a los clientes directamente por teléfono y cuentan con departamentos propios.

Otro fenómeno, en el cual Carabineros aún no realizado análisis, es la prostitución masculina. Sin embargo, ya tienen identificados en Santiago a tres locales. Uno se encuentra en el barrio Salvador y otro en las inmediaciones de Bellavista.
"Una esclavitud moderna"

Detrás de la trata de personas, dice el mayor Fres, existe todo un "drama social" que deben vivir estas mujeres.

Según han declarado las propias prostitutas, todo comienza cuando la mafia las contacta en su país de origen y les ofrecen venir a Chile, donde podrán tener una actividad legal y mucho mejor remunerada.

De esta forma, inician en viaje hacia Chile, pero lo que encuentran acá es una realidad diametralmente opuesta.

Primero les dicen que sólo van a poder trabajar en un local nocturno, después que tendrán que bailar y dedicarse a vender tragos y así poco a poco "las empujan" a la prostitución.

El mayor Fres también revela que de lo que pueden llegar a ganar (máximo 50 mil pesos "por cliente"), a ellas no les toca casi nada.

A los jefes de las mafias tienen que pagarles el pasaje de avión y muchas veces les cobran más del doble, y les dicen que tienen que entregar dinero regularmente para que les hagan los trámites de legalización de visa, trámites que en realidad nunca se efectúan. De esta forma, se convierten en una especie de "esclavas modernas". El mayor Fres indica que "a todas las mujeres que se sientan en esta situación las invitamos a que denuncien ante Carabineros, para que iniciemos los procesos investigativos".

En los últimos siete meses, Carabineros ha desbaratado cuatro bandas dedicadas a la trata, dos de origen dominicano y dos de origen paraguayo.

En la última indagación el OS-9 detuvo a una banda que ingresaba a Chile ciudadanos de República Dominicana, tanto hombres como mujeres, para ser explotados sexual y laboralmente. Esta mafia ingresó al país cerca de 200 personas.