Por David Ramírez..
Voy a escribirlo con franqueza, aunque tal vez a muchos no le guste el comentario. Al doctor Víctor Manuel Terrero (Vitico), siempre lo he visto como un dirigente político con mucho potencial, con carisma y atributos importantes. Y en el PLD muchos militantes lo saben.
Vitico es un político muy decente, con "buenas intenciones", convencido con los principios de mantener la disciplina y unidad interna de su partido. Pero como dice la frase el infierno está lleno de buenas intenciones y el cielo de buenas obras, en esa jungla llamada política, (donde todo se vende o se alquila), su comportamiento sano no encaja.
Es importante aclarar que no me une ningún tipo de relación política ni “especial” con el doctor Vitico Terrero, tengo la libertad de hablar con la verdad porque no le debo favores a él ni a ningún dirigente político o partido del sistema.
Recuerdo que hace unos años al doctor Vitico Terrero se le vislumbraba una carrera brillante y muy notoria, pero por su aptitud vacilante y poco firme en defender los logros políticos ya conquistados en la base de su partido , acabó empañando su imagen o echando a perder todo lo que en años había cosechado.
Mientras estuvo en la Cámara de Diputados, Vitico Terrero mantuvo una postura independiente (como apoyar el aborto u otras reivindicaciones sociales y políticas), y se mantuvo fiel a los principios políticos del profesor Juan Bosh. Hay que admitir también que no fue un borrego más del farsante que nos gobernaba.
Al igual que muchos militantes peledeísta, por su apoyo incondicional a Danilo Medina estuvo en el "apartheid político" por varios años. Es tanto así que perdió la nominación a la diputación de su partido en Barahona a mano de un novel en la política, de un fulano que entró en chancleta como funcionario y salió del cargo forrado en dinero.
En las elecciones congresuales y municipales, bajo presión de la dirigencia de su partido, cometió el gran “pecado” de aceptar la candidatura a la alcaldía por la ciudad sabiendo de antemano que tenía poca o ninguna posibilidad de ganarle a Tavito Suberví. Ya vimos el resultado, hizo una gran papelazo; de lo sublime pasó a lo ridículo.
Cuando Danilo Medina “aceptó” la candidatura presidencial, dábamos como un hecho que Vitico Terrero iba a ser el director de campaña electoral de Medina en Barahona, pero no fue así, sin ton ni son fue relegado a la misma tarea de siempre; ser un enlace de su partido con el sector externo. Era una tarea con menos influencia y liderazgo político a lo interno del partido morado. Lamentablemente Vitico no tuvo el coraje de pelear el puesto, porque como político decente, no sabe o no le gusta echar pleitos.
Recién me acabo de enterar que presentó su precandidatura para presidir el Comité Provincial del Partido de la Liberación Dominicana (PLD). Esta vez Vitico retará al mismo que una vez le hizo “capú y no te abaje” con el cargo de director de campaña de Danilo Medina en la provincia. Vitico no la tiene nada fácil.
Ese político, a quien Vitico busca retar, es un brillante estratega político, su nombre pesa bastante cuando se habla de campañas electorales en Barahona. Desde su actual cargo, ese político ha llevado a su partido a cinco triunfos consecutivos en la provincia.
Ese político, luego del fiasco que constituyó su paso por el Ayuntamiento Municipal, “renació” al lograr ganar el curul más importante de la provincia.Le ganó al político reformista más ducho y zorro de Barahona.
Es el mismo político que, desde su curul, trata de limpiar su reputación con la presa de Monte Grande después de llamar a Leonel Fernández el “Redentor de Barahona”. Es el mismo político que tiene buenas relaciones con los mejores comunicadores de Barahona, quienes no pierden un detalle de sus actividades para darlo a conocer a los medios. Es el mismo político que sabe sacar ventaja de los errores de su contrario y no se acobarda a mitad de camino.
Y lo peor para Vitico es que ese político, que busca ser reelecto en el cargo, cuenta con el apoyo decidido de los seguidores del ex presidente Leonel Fernández, lo cual hace de él un hueso duro de roer, un contrincante difícil de derrotar.
Existe una frase que dice que cuando haya un político con buenas intenciones, desaparecerá la política. No voy a pedirle a Vitico Terrero que juegue sucio, pero debe reconocer que esa precandidatura es, tal vez, la última oportunidad para demostrar a las base de su partido que no es un político timorato, que es un político firme, decidido y victorioso en el campo de batalla.
¿Podrá esta vez Vitico?
