Por FELIX BETANCES, Para Ecos del Sur.
Hace aproximadamente un a�o, fue sometido al Congreso Nacional por parte del Instituto Nacional de Administraci�n P�blica (INAP), un proyecto de Ley General de Salarios para todos los y las servidores y servidoras p�blicos del Pa�s.
Dicho proyecto, fue engavetado en un principio y desempolvado a casi un a�o, para su estudio y aprobaci�n.
En el mismo, por lo que se sabe, se propone regular los sueldos de todos los servidores p�blicos, los cuales est�n comprendidos desde el del Presidente de la Rep�blica , hasta el m�s humilde servidor del Estado.
Se entiende por servicios p�blicos para estos fines, todos aquellos para cuyas ejecutorias se consignan sus costos, en el Presupuesto General de la Naci�n (Proyecto de Ingresos y Ley de gastos p�blicos), que cada a�o estudia y aprueba el Congreso Nacional.
La regulaci�n consiste en establecer l�mites a sueldos que en forma libresca, se pagan a algunos servidores p�blicos, sin que nadie tenga el m�s m�nimo control; muchos de ellos por encima de los del Presidente y Vice-Presidente de la Rep�blica.
Sueldos, que se entiende que el Pa�s, debido a la situaci�n econ�mica que padece el mundo actual y que en cierto sentido es el �Ave Mar�a� de los propios gobernantes, no est� en condiciones de pagar.
Tambi�n se propone establecer la equidad de sueldos en Cargos iguales y en calidad de servicios, entre otras cosas.
Siempre se ha dicho que las Leyes son o deben ser iguales para todos, y en ese sentido, el pueblo en general, ten�a cifradas sus esperanzas en que as� se har�a.
Sin embargo, todo cambi� de color, cuando se entera de que el Senado de la Rep�blica , aprob� el referido proyecto, con la excepci�n del Banco Central, que parad�jicamente es la Instituci�n donde se pagan los m�s lujosos sueldos del Pa�s.
La indignaci�n del pueblo es mayor, primero: porque se trata de un inaceptable privilegio que raya en la burla y la desconsideraci�n, en un Pa�s donde se habla de sueldos de 4 y 5 mil pesos y segundo: porque se premia a una Instituci�n en la cual se han registrado dos espectaculares robos, primero uno de un mill�n de pesos y recientemente, otro nada m�s y nada menos que de unos 56 milloncitos de pesos; por ninguno de los cuales, que se sepa, nadie ha sido o est� siendo cuestionado.
� Y qu� Pa�s es �ste?. �Qu� clase de legisladores es la que nos gastamos?.
Los legisladores, con actitudes como �sta, le dejan la impresi�n al pueblo, de que no son inspirados y guiados por Dios: sino por el Diablo.
�Rectifiquen se�ores legisladores, tienen tiempo!.
Sed justos, lo primero, si quer�is ser felices: sentenci� el fundador de lo que fuera un Pa�s, que hoy ya es un negocio: Juan Pablo Duarte.