La última opción en manos de retornados, tras crisis en España - Barahoneros

domingo, 2 de septiembre de 2012

La última opción en manos de retornados, tras crisis en España

En Vicente Noble, un pequeño municipio de Barahona, los retornados no quieren hablar. Primero hay resistencia para admitir que la crisis económica en España les hizo regresar y, segundo, se complican las cosas cuando se intenta identificar a quienes se han acogido a los planes de retorno voluntario que ejecuta el gobierno español.

Los hay, pero temen ser identificados porque, en síntesis, es “la peor forma de volver”. Se trata de programas que facilitan el retorno a sus naciones de origen a millares de inmigrantes pero, a cambio, deben permanecer en sus países de origen por un periodo de tres años, como mínimo.

La Secretaria General de Inmigración y Emigración de España tiene en sus registros que 43 dominicanos han vuelto por los embates de la crisis ibérica desde 2009 hasta 2011. Es un dato mínimo correspondiente a dos de los tres planes que se llevan a cabo.

En este periodo solo 15 criollos volvieron por el plan de Retorno Voluntario de Atención Social, dirigido a inmigrantes que se encuentren en situación de especial vulnerabilidad social, detalle este que debe ser comprobado a través de los servicios sociales de la zona en donde resida el solicitante, o por una organización no gubernamental (ONG) especializada.

Estos dominicanos firmaron un compromiso que les impide volver al país ibérico al menos por tres años, y recibieron el pago del boleto aéreo desde España, gastos de imprevistos y cobertura de medicación, en caso de ser necesario. También la asignación de 50 euros para gastos incurridos en el trayecto, y 400 euros “para la reintegración en su país de origen” (RD$19,040 aproximadamente).

Los restantes 28 vinieron adheridos al plan Abono Anticipado de Prestación a Extranjeros (APRE), por el cual se le abona al migrante que retorna el dinero que le corresponde por estar en paro laboral, con el detalle de que se les entrega primero el 40% de esa totalidad, y una vez esté en su país natal, se procede a la entrega del restante 60%.

¿Qué tan grave es la crisis? 
Para entender los problemas económicos que han llevado a estos criollos a tomar esta decisión sirven las siguientes estadísticas.

En el segundo semestre del presente año los datos de “parados” (personas sin empleos) aumentaron 53,500 en España para situarse en 5,693,100. Pero en cuanto a los extranjeros, y según los resultados de la Encuesta de Población Activa (PEA), la tasa de desempleados es de 35.67%, lo cual representa 13 puntos más que las personas en el paro de nacionalidad española. En un año, los desempleados se incrementaron en 859,400.

Si se toma en cuenta que el sector de la construcción, el principal nicho para los inmigrantes, prácticamente se ha visto frenado y, que además, ante el paro muchas familias despidieron a sus trabajadoras domésticas, entonces se comprende qué tanto se han visto afectados los inmigrantes.

Además, el portal de Internet especializado en remesas, llamado precisamente www.remesas.org, reveló un decrecimiento en los envíos de 14% en el primer trimestre del año, con el relación al mismo periodo de 2011.

Reducción
Pero la crisis es evidente desde otro ángulo. En el año 2001, República Dominicana y España firmaron un convenio sobre “flujos migratorios”, que entre otras cosas permitieron que cientos de dominicanos viajaran a “la Madre Patria” con contratos de trabajo.

Este acuerdo, que también fue suscrito por el gobierno español con otros países de la región, entró en funcionamiento en el año 2002, causando furor, literalmente, entre criollos que vieron en él la oportunidad de cumplir sus sueños de una mejor vida fuera de playas nacionales.

Ese primer año viajaron a trabajar como domésticas y en el sector hotelero unos 223 dominicanos. La cifra aumentó considerablemente para 2003 hasta 480. Para mediados de 2004, el entonces Secretario de Estado de Trabajo, Miltón Ray Guevara, informó que trabajaban en la depuración de 10,439 solicitudes, para solo 300 plazas hábiles.

Ya en 2006 el número de viajantes se redujo a 383, mientras que en 2007 solo fueron 160. La cifras casi se  desvanecen en 2008 cuando solo se registró el viaje de 82 dominicanos. En la actualidad, los viajes han sido descontinuados.

Retornados 
Al lado de los datos de la Secretaría de Inmigración y Emigración hay que colocar los ofrecidos previamente por el Consulado Español en Santo Domingo, que indicaban que desde 2009 a 2012 habían retornado 117 criollos, de los cuales solo 19 eran mujeres y los restantes 98 hombres.

Pero a poco más de 200 kilómetros al suroeste de la capital dominicana, en Vicente Noble, hay códigos que explican el porqué del no hablar. “Chichí el duro”, un reconocido lugareño que dedica sus días a la promoción de eventos con un pequeña “discoligth”, tocó junto a reporteros de este diario cada puerta donde ha vuelto un migrante sin respuesta positiva.

“Han venido muchísimos, pero es que les da vergüenza decirlo, y más por esos programas de voluntarios”, reflexiona.

El planteamiento de Chichi cobra fuerza cuando se piensa que acogerse a uno de los planes de retorno voluntario es la última opción de la lista de posibilidades de los migrantes, ya que esto significa ir a casa sin poder regresar. Por demás, con poco dinero y un fuerte estigma social sobre sus hombros.
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¿MIGRACIÓN CONTRARIA?

Estimaciones del Instituto Nacional de Estadística (INE) de España indican que la cantidad de españoles que emigró al extranjero, a consecuencia de la crisis europea, se duplicó con relación a los primeros seis meses del año 2012.

Se trata de 40,626 personas que decidieron probar suerte en otro territorio, superior considerablemente a los 18,274 que lo hizo en el 2011, según el INE. La aproximación estadística de la entidad indica que en el mes donde más españoles salieron del país fue junio con 7,444, y detrás marzo con 7,362.

En cuanto a los retornos a República Dominicana, y según los registros facilitados por Manuel Lorenzo, cónsul general español en Santo Domingo, 33 nacionales volvieron acogiéndose a los planes en el año 2009; igual número se marcó en el año 2010. Otros 32 lo hicieron en el 2011 y en lo que iba de año, hasta el momento del suministro de la información, en agosto pasado, 19 dominicanos ya estaban en suelo patrio.

En países latinos como Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Paraguay funciona un programa de retorno denominado Retorno Voluntario Productivo, que consiste en apoyar la reintegración socioeconómica de los individuos, permitiéndoles ejecutar una actividad económica viable.