Medina debe producir cambios para sobrevivir - Barahoneros

viernes, 27 de julio de 2012

Medina debe producir cambios para sobrevivir

 A veinte días de asumir la presidencia, Danilo Medina es una interrogante. El período de transición, copado por el activisvismo frenético de Leonel Fernández, ha sido para él un período de casi absoluto silencio. Descontandos sus viajes a Brasil y Colombia, poco sabe el público de lo que ocupa sus días de preparación para asumir el mando del país agobiado por problemas que le hereda su compañero de partido.

Qué hará Medina que nunca se haya hecho es caldo de conjeturas.

Algunos sectores no necesariamente peledeístas apuestan desde ya a que Danilo Medina tratará de distanciarse no solo del estilo de gobierno de Leonel Fernández, sino también de su entorno político. ¿Es probable que suceda?

El estilo de gobierno de Danilo Medina será diferente al de Leonel Fernández, no necesariamente porque quiera distanciarse, sino porque son políticos con estilos diferentes. Fernández es un “macropolítico”, que concibe grandes proyectos pero deja la ejecución en gran medida a sus funcionarios. Medina es un “micropolítico”, su énfasis está en la organización partidaria y los detalles en las políticas públicas. En cuanto al entorno político, veo difícil que Medina se distancie mucho porque Fernández ha gobernado con los principales cuadros del PLD, y él hará lo mismo. La diferencia vendrá en algunas figuras del sector externo que Medina pueda integrar, y en el tipo de rotación que haga de los altos funcionarios que son miembros del Comité Político. Medina necesita enviar una señal de renovación gubernamental a la población, pero la presencia prominente de las principales figuras del PLD en el gobierno de Fernández dificulta el logro de ese objetivo.

 ¿Cómo podría deshacerse de ese lastre?

Hay dos áreas en las que Medina podría tratar de establecer nuevas pautas y prácticas en la política dominicana: un real combate a la corrupción para hacer la administración pública más eficiente y eficaz, y un mejor manejo de las políticas sociales con más y mejor inversión social. Alcanzar estos dos objetivos es complejo porque la democracia clientelar que prevalece en el país ha beneficiado la acumulación de capital entre los peledeístas y otros grupos políticos.

¿Qué arriesga si lo hace? ¿Qué gana?

Danilo Medina tiene ante él dos posibilidades: una, impulsa y alcanza reformas importantes que le den consistencia a su presidencia y le permitan construir un liderazgo político propio a nivel nacional (sería la única manera de distanciarse de Fernández en condiciones de fortaleza), o dos, se le desplomará el gobierno. El riesgo de lo segundo es que hay mucho cansancio con el gobierno del PLD y cualquier medida impopular de Medina va a generar mucho descontento.

 Los economistas han señalado los graves problemas que encontrará Medina producto del déficit y de un entorno mundial poco propicio, ¿a qué puede verse obligado para mantener la gobernabilidad?

Medina tendrá que emplearse a fondo en construir alianzas más allá del PLD y su bloque de partidos aliados. En la República Dominicana no habrá elecciones en cuatro años, por lo cual, no hay mecanismos que sirvan de “calmante político” fuera de mejores ejecutorias gubernamentales.

 ¿Son previsibles entonces mejores políticas sociales y una mayor oferta de espacios a la sociedad civil?

Se abre un espacio favorable a mejores políticas sociales por las siguientes razones: no hay elecciones en cuatro años, por lo cual, gobernar mejor es un imperativo para mantener la gobernabilidad; la oferta electoral de Medina se fundamentó en mejores políticas sociales; sería un área para diferenciarse de Leonel Fernández y desarrollar un liderazgo propio; la lucha por el 4%, aunque no logró su objetivo de aumentar el presupuesto para la educación en su momento, sentó un precedente positivo de participación de la sociedad civil en un tema de gran aceptación en el país.

¿Valen o no las expectativas respecto a Medina?

Siempre es positivo tener expectativas con respecto a un nuevo gobierno. Las fuerzas en contra de los cambios en la República Dominicana son significativas, pero el dilema de Medina es que si no impulsa cambios le será muy difícil sobrevivir la presidencia por las razones antes expuestas.