Los Filis de Filadelfia han establecido una dinastía en el Este de la Liga Nacional que recuerda la que impusieron en los 90 los Bravos de Atlanta. La novena que dirigía entonces Bobby Cox ganó la división por 11 años seguidos entre 1995 y el 2005, aunque tanto ruido proporcionó pocas nueces: una sola corona en la Serie Mundial, la de 1995.
Filadelfia ha lucido bastante similar. Dominantes a nivel divisional entre el 2007 y el 2011, pero los Filis sólo han conseguido la máxima gloria en ese lapso una vez, en el 2008.
Para el 2012, la mayoría de los expertos los señalan como favoritos para repetir el título en el Este, apoyados en un excelente cuerpo de pitcheo que recuerda a aquel de Greg Maddux, Tom Glavine y John Smoltz de los Bravos de los 90.
No estoy tan seguro. Y no sólo porque equipos como los Marlins de Miami y los Nacionales de Washington se hayan reforzado hasta convertirse, al menos en el papel, en potenciales contendientes.
Halladay
Halladay
Lee
Lee
Hamels
Hamels
Mis dudas salen del propio equipo de Filadelfia, con todo y sus estelares abridores Roy Halladay, Cliff Lee y Cole Hamels, o su recién adquirido cerrador Jonathan Papelbon.
Para arrancar la temporada, los Filis no contarán con quienes han sido sus dos principales artilleros en los últimos años, el segunda base Chase Utley y el inicialista Ryan Howard.
De hecho, no se sabe cuándo podrían regresar a la alineación, donde ocupan los puestos tres y cuatro, respectivamente.
Tampoco cuentan ya con Raúl Ibáñez, que le empujaba 87 carreras como promedio por temporada y hay que ver si John Mayberry Jr. , su posible sustituto en la pradera izquierda, es capaz de garantizar una producción similar.
Hunter Pence es, entonces, la mayor apuesta ofensiva del manager Charlie Manuel y en torno a él, deberá construir una alineación veterana, demasiado veterana en algunos casos, con Jim Thome, Jimmy Rollins, Plácido Polanco y Shane Victorino.
Para alivio de los fanáticos, los Filis cuentan con una garantía detrás del plato. El panameño Carlos Ruiz es uno de los mejores de su posición, si acaso sólo superado en este momento por Yadier Molina.
Pero ante la ausencia de Utley, habrá que echarle mano a un inexperto venezolano, Freddy Galvis, con buenos reportes de los scouts, pero siempre una incógnita, tratándose de un hombre que aún no ha visto acción al más alto nivel.
El otro extremo es Thome. Con 41 años (cumplirá 42 en medio de la campaña), habrá que ver cómo responde a las exigencias defensivas de la primera base, una posición que hace tiempo no juega, pues en las últimas temporadas se dedicó a ser bateador designado en la Liga Americana.
Por suerte para Charlie Manuel, el astro Roy Halladay se ha encargado de acallar en sus más recientes salidas primaverales los rumores y dudas sobre posibles lesiones en su brazo de lanzar.
Pero este equipo tiene demasiados huecos, sobre todo en la ofensiva y la defensa. De nada vale que sus lanzadores se esmeren en la lomita, si no reciben el apoyo que complemente faenas de lujo.
Quizás estamos a las puertas del fin de una dinastía, que al igual que los Bravos en los 90, hizo mucho ruido y dejó pocas nueces.
