POR FELIX BETANCES
Para Ecos del Sur.
Votar, es una de las pocas actividades que para el ciudadano com�n, a la vez de ser un Derecho, tambi�n es un Deber.
Seg�n lo establece nuestra Constituci�n, todo ciudadano tiene derecho a elegir y a ser elegido, a partir de que est� en ejercicio de sus plenas facultades f�sicas y mentales.
Votar: es en consecuencia, la decisi�n lib�rrima del ciudadano, en el entendido de que al hacerlo, cumple con su deber patri�tico, que a la vez fortalece el ejercicio de la democracia.
Por quien o por qu� votar, es donde han estado las grandes debilidades de dicho ejercicio, en nuestro sistema democr�tico, el cual desde sus inicios, a partir del a�o de 1844 se ha visto afectado por el manejo caprichoso de quienes han estado facultados para ejercer el poder.
La frustraci�n que ha vivido nuestro pueblo a trav�s de la historia, ha sido tan traum�tica, que ha hecho casi una costumbre, ver una elevada abstenci�n en los diferentes procesos electorales por los que hemos pasado, incluyendo la Era de Trujillo.
No votar o abstenerse de votar: Es una decisi�n facultativa de cada persona en particular que aunque puede considerarse como un incumplimiento a lo que establece la Constituci�n , tampoco puede ser castigado, ya que no lo establece ni la Carta Magna ni otras leyes, en ninguna de sus partes.
No votar, no ser�a la mejor decisi�n que tomara ning�n ciudadano, en el entendido de que debilita el ejercicio democr�tico.
Sin embargo, es un derecho que le asiste, siempre y cuando entienda que no existen las debidas garant�as para su preservaci�n f�sica o cuando est� convencido de que su voto no ser� valorado justamente con un manejo pulcro de los resultados del proceso electoral del cual se trate.
Entre las causas que pueden motivar una abstenci�n, tenemos: la falta de credibilidad de los L�deres pol�ticos participantes, la derrota a simple vista de un Sistema mal llamado democr�tico, el cual no ha podido impedir el descalabro institucional; entre otras debilidades.
Votar por ninguno: Es lo m�s risible y rid�culo que se haya podido escuchar en el marco de un proceso electoral, es como tratar de tarado a un pueblo que ya no est� tan atrasado, como si fuesen los m�s analfabetos del globo terr�queo. Es como un insulto a la inteligencia.
Cuando uno escucha a ciertas personas y a grupos sociales, tal fue el caso reciente del Reverendo cristiano Domingo Paulino de Santo Domingo, hace unos d�as, solicitar a la Junta Central Electoral la habilitaci�n de una casilla en que el votante pueda votar por �ninguno�, quisiera por lo menos, no vivir en este Pa�s.
El que no quiera votar, de acuerdo a lo anteriormente expuesto, simplemente lo que tiene que hacer es, quedarse en su casa ese d�a, ya que nadie podr� obligarlo a hacer lo contrario.
Si no va a votar, su voto no podr� ser contabilizado y si votare �por ninguno�, tampoco podr� contarse.
Se entiende en consecuencia que la propuesta de que se vote por ninguno, adem�s de ser descabellada, simplemente es una estupidez. Es lo que creo.