Los trámites para la venta por $2 billones de dólares de los Dodgers de Los Angeles al grupo del Magic Johnson, podría llegar a la oficina del comisionado tan pronto como hoy, y hay compañeros ahí y con los otros equipos que no pueden esperar a ver las letras pequeñas. Porque a la vista de muchas personas que han hecho su vida trabajando en el béisbol, el precio de la venta es una locura total."Es imposible para ellos ganar dinero con esto", dijo un ejecutivo de alto rango. "Imposible. Conozco sus fuentes de ingresos, e incluso si obtienen un acuerdo de televisión es una gran recompensa, no podrán ganar dinero".
Dicho por otro ejecutivo de alto rango: "Desde una óptica de negocios, esto no puede funcionar".
Me pregunto, sin embargo, si todos están viendo a través del cristal equivocado. Me pregunto si realmente esto es un acuerdo acerca de ganar dólares y una utilidad al final. Si George Steinbrenner estuviera vivo, sería la persona más calificada para explicar de qué se trata este acuerdo.
Steinbrenner nació en el dinero y ganó cientos de millones de dólares, pero me atrevería a decir que al final de su vida, su legado, como él lo vio, estaba atado a su propiedad de los Yankees de Nueva York.
Con menos de $1 millón de su propio dinero, arregló la venta de la inactiva franquicia en 1973 y regresó al equipo a su protagonismo anterior, y durante las siguientes tres décadas y media, él y los Yankees dominaron la cobertura de noticias. Algo de esto fue el entendimiento de Steinbrenner del valor de la publicidad gratuita, pero mucho de ello fue que vivió su sueño de ser "El Jefe"; el dueño prominente de la franquicia con joyas de la corona. Steinbrenner fue capaz de invitar a su padre, Henry, a sentarse junto a él en un partido de primavera, y fue capaz de presentarle a uno de sus empleados, Joe DiMaggio. Steinbrenner estaba en posición de recibir a Henry Kissinger en su palco privado, o a Richard Nixon, alcaldes, actores, atletas o generales.
El propietario de los Dallas Cowboys, Jerry Jones, entiende esto. El propietario de los Dallas Mavericks, Mark Cuban, lo comprende. El propietario de Los Angeles Lakers, Jerry Buss --el playboy que se convirtió en famoso después de convertirse en el jefe de Kareem Abdul-Jabbar y Magic Johnson-- lo sabe. No sólo se trata del balance.
El alto precio de los Dodgers está ligado a la televisión, escribe Richard Sandomir. Pero quizás los párrafos más importantes en la historia de Sandomir son estos:
¿Puede el grupo de Johnson justificar este tipo de precio? Después de todo, la oferta ganadora dejó corta a los casi $1.4 billones ofrecidos por la alianza de dos multimillonarios, Steven A. Cohen y Patrick Soon-Shiong, y los $1.5 billones ofrecidos por Stan Kroenke, propietario de los St. Louis Rams.
Mark Walter, ejecutivo en jefe de Guggenheim Partners, la firma de servicios financieros que provee la mayor parte del dinero del grupo de Johnson, no tuvo una respuesta directa este miércoles.
"Fue el costo de poseer una de las franquicias de béisbol con más historia", dijo en una entrevista telefónica, y agregó: "No quiero realizar un regreso sobre lo invertido en comprar a los Dodgers. Quiero tener una relación multigeneracional que cambie mi vida, la vida de Magic, la vida de los nietos de Magic y todas nuestras vidas".
Magic llamó el miércoles a "Baseball Tonight" para discutir la venta, y hubo emoción en su voz mientras hablaba acerca de qué papel tendrá. Le hablará a los jugadores, o quizás se reunirá con posibles clientes de publicidad, quizás reclutará agentes libres. Lo que sea que Stan Kasten quiera que haga, declaró.
Pero ahora, Johnson, Kasten y Walter tendrán la misma oportunidad que Steinbrenner tuvo. Pueden llevar a familiares y amigos, presidentes, y demás personajes importantes a su parque de pelota, como propietarios de uno de los más importantes equipos en los deportes del mundo. Para robarse una línea de un comercial de una tarjeta de crédito: no tiene precio.
La historia nos dice que eventualmente, alguien en el grupo --un poderoso dueño minoritario, o quizás uno de los propietarios principales-- puede buscar un recuento del dinero. Los nuevos dueños de los Dodgers cargan con la deuda de la compra, pueden cambiar eventualmente cómo operan el equipo.
La suposición es que aquí no lo harán. La suposición es que aquí que no están buscando que los Dodgers sean una maquina de dinero, todo lo que quieren mostrar es una obra de arte. Esta es su Mona Lisa, y es única en su tipo. Estos son los Dodgers, la franquicia de Jackie Robinson, la franquicia del pionero Walter O'Malley. Estos son los Dodgers de Koufax y Vin Scully.
Es posible que este acuerdo será aprobado a finales de abril, y que el nuevo propietario estará en su lugar en mayo.
A principios de ese mes, los Dodgers comenzarán un estancia en casa de ocho partidos en contra de tres equipos del Oeste de la Liga Nacional, la primera serie en contra de los Gigantes de San Francisco el 7 de mayo. Si este cuento de hadas funciona como se espera, existe la posibilidad de que esa noche estén los nuevos dueños escalando las alturas del montículo del Dodger Stadium --Johnson entre Kasten y Walter-- y luego realicen el primer lanzamiento.
Los aficionados de los Dodgers están emocionados después de este loco acuerdo, escrito por Mark Whicker. Tom Hoffart se pregunta si los números de locura suman.
Kirk Gibson está feliz por su ex equipo.
Frank McCourt podría irse con miles de millones de dólares en efectivo.
Este acuerdo comienza una racha ganadora de los Dodgers, escribió Helene Elliott.
