POR MANUEL HIDALGO.
P�rroco de Jaquimeyes.
He le�do la reacci�n de algunos hermanos por mi denuncia enviada a ese medio noticioso; respeto su opini�n y "sus ideas", pero no las comparto; lo que si veo es mucho odio, y me da pena su actitud de ir contra el trabajo que hacen los sacerdotes y la Iglesia Cat�lica , buscando desviar o anular la denuncia, que responsablemente he lanzado, no buscando da�ar a nadie en particular, y, menos a�n, ahuyentar el �capital extranjero invertido en la zona�, como expresan, sobre todo si sus trabajos van en procura del desarrollo de la regi�n y el bienestar de sus gentes.
Y para su memoria hist�rica, cabe decir, humildemente, que aunque hay sombras, en la Iglesia y nosotros los sacerdotes, pues somos humanos, son m�s las luces que podemos exhibir en pro de la regi�n, el pa�s y la humanidad. M�s que cualquiera de ellos. Pero no quiero polemizar. �La verdad, aunque sea en unos pocos, siempre es la verdad�.
Ciertamente reconozco el esfuerzo grande que realiza el CAC, a trav�s de sus ejecutivos, para mejorar las condiciones paup�rrimas e inhumanas de los braceros haitianos, inmigrantes y nacionales en los bateyes y los campos ca�eros; situaciones heredadas por malas administraciones y malos gobiernos.
Pero, lo que indigna, nos indign� y nos indignar�, o lo que nos "molesto", para usar un t�rmino referido a m� y a mi llamado de atenci�n a la situaci�n de "las quemas de las ca�as", es enterarse de noticia como la le�da ayer en ese medio, en el sentido de que: �el CAC recibir� de Medio Ambiente una licencia ambiental por el trabajo que realiza en esa �rea�.
Eso es como una burla a la gente, a Villa Central, a Los Blocks, a Nuevo Amparo, a Las Salinas, al Bo. Juan Pablo Duarte, Los Solares de Milton, Bo. Palmarito, a Barahona mismo, a los Bateyes y a todos nosotros los del alrededor de La Pista a Santo Domingo.
Pues bien saben ustedes, como lo sabemos nosotros, el da�o que viene ocasionando el CAC al medio ambiente, no solo con la quema de ca�a, la polvareda constante que contagia la atm�sfera y ocasiona da�os a los pulmones, el deterioro de nuestras calles y carreteras con sus maquinarias pesadas, el hedor de su lodo podrido esparcido por la ciudad y las v�as de transitar, el envenenamiento de nuestro campos agr�colas, pl�tanos , tomates, melones y otros productos, por su fumigaci�n a�rea de los campos ca�eros.
Es todo esto, como la actitud pasiva de todos nosotros y el no hacer nada para mejorar esa situaci�n que da�as a nuestros conciudadanos, nuestra indiferencia, lo que indigna o molesta.
Es el grito desesperado, en el �desierto�, de los pobladores del �rea ca�era y aleda�a, abandonados a su suerte, y nuestro silencio c�mplice, lo que nos molesta. Mientras que, al que en parte es culpable de tal situaci�n, lo reconocemos y le damos certificados, realzamos sus bonanzas y bondades hip�critas, para que sigan haciendo sangrar a los intrusos hasta que desaparezcan del camino que estropea su enriquecimiento y progreso.
Seguimos salvando a Barrab�s y mandando a la cruz, a la muerte, a Cristo.
Son las venas sangrantes de Cristo en los pobres, los marginados. Son esos ecos, gritos de impotencia, dolor, sufrimiento, enfermedad, muerte� los que nos molestan� y ver que no hay dolientes, amigos, hermanos, cirineos, que les extienda las manos, ya que est�n ocupadas en aplaudir, alabar y exaltar la gloria del Emperador. Sus mentes, sus plumas, est�n ocupadas en dar reconocimiento a las haza�as del Jefe, del que paga y paga mejor.
Quiero se�alar que no tengo nada personal contra el CAC, y lo que se�alo de ellos, en otra forma se vive con Blocks Khoury, el Puerto de Sal y Yeso, La Zona Franca de Barahona, el Matadero Municipal de Barahona, que contaminan el medio ambiente, y seguimos como si nada pasara.
Espero que Medio Ambiente cumpla con su rol, antes de certificar
