Los votantes de extrema derecha podrían decidir al próximo presidente de Francia después de que el porcentaje récord conseguido por la derechista Marine Le Pen en la primera ronda de las elecciones remeció la carrera entre el socialista y favorito Francois Hollande y el presidente conservador Nicolas Sarkozy.
Hollande, de centro izquierda, venció a Sarkozy por un estrecho margen en la primera vuelta, en la que participaron 10 candidatos, con un 28,6%, frente a un 27,1% del actual mandatario, dijo el Ministerio del Interior con un 99% de los votos contados.
En cuarto lugar quedó el líder de izquierda Jean-Luc Mélenchon con el 11,13% y quinto quedó el centrista Francois Bayrou con el 9,11%. Sin embargo, Le Pen se robó la noche con un 18% de las preferencias, el mejor resultado logrado por un candidato de extrema derecha.
Su logro reflejó avances de populistas euroescépticos desde Amsterdam y Viena hasta Helsinki y Atenas, en la medida en que se profundiza el enfado de muchos por la austeridad, desempleo y fatiga por rescates financieros en medio de la crisis de deuda de la zona euro.
“La batalla de Francia solo ha comenzado”, dijo la abogada de 43 años a sus simpatizantes. La hija del ex soldado paracaidista y político Jean-Marie Le Pen declaró que su ola de apoyo estaba “remeciendo al sistema” de política de consenso. “Ahora somos la verdadera oposición”, aseguró.
La rubia, que quiere que Francia abandone el euro como moneda, dijo que daría su opinión sobre el balotaje durante un mitin en París el Día del Trabajador la próxima semana.
DIFERENCIA ES MENOR DE LO QUE SE CREÍA
El socialista Francois Hollande se impuso en la primera ronda de las elecciones presidenciales en Francia de este domingo, pero con una ventaja menor de lo que se creía.
Según dio a conocer esta madrugada el Ministerio del Interior, tras el recuento de casi todos los votos Hollande alcanzó el 28,63%. El presidente Nicolas Sarkozy, en tanto, logró el 27,08%. Solo falta contabilizar los votos provenientes del exterior.
