Hay mujeres que usan tacones porque se ven más altas y delgadas. A otras les fascina ver sus piernas más estilizadas y parecer que tienen mejor silueta.
Sin embargo, cuando llega la hora de regresar a casa, los pies siempre son felices al dejar los tacones y entrar en las pantuflas. Algunos consejos:
1- Hay tacones y tacones, y no sólo estamos hablando de cómo se ven, sino de cómo se sienten. Así es que lo primero que debes hacer es elegir un buen par. Tienes que sentirte cómoda en ellos; no deben quedarte ajustados ni tampoco grandes. Cuando te los compres, ponte ambos y camina un poco.
2- Fijate bien el grosor del tacón. Estamos acostumbradas a que mientras más delgados, mejor se ven. Pero debes saber que mientras más gruesos son más cómodos para tus pies y mejores para tu espalda, así que busca un equilibrio.
3- Cuando te quites los tacones, estira tus piernas y mueve tus pies formando círculos, primero hacia afuera y luego hacia adentro. Después, llévalos hacia abajo y luego hacia arriba. Repite esta rutina por lo menos unas cinco veces.
4- Para que tus pies descansen, después de usar tacos, es conveinente poner las piernas hacia arriba. Puede ser en tu cama, con una almohada que los sostenga o en un sillón, colocándolos sobre un banco, por ejemplo.
5- Si regresas a casa después de haber andado todo el día con tacón, sumerge tus pies en agua tibia con sal de mar durante 15 minutos. Al terminar, sécalos bien y date un masaje con crema especial para pies. /