OPINION: El nuevo Boca de Cach�n - Barahoneros

domingo, 27 de abril de 2014

OPINION: El nuevo Boca de Cach�n

POR  MELVIN MATTHEW

Alegra saber que el Presidente Danilo Medina ha emprendido el rescate humanitario de empobrecidas comunidades expuestas a desastres naturales, y que ha empezado por Boca de Cach�n, que junto a El Lim�n, Crist�bal y Batey 8 conforman el municipio de Jiman�, capital de Independencia, provincia sure�a lim�trofe con Hait�.

De aquella aldea fantasma llamada Boca de Cach�n, de fam�licas familias, arrabalizada, letrinizada, de laboriosos hombres, mujeres y ni�os harapientos y descalzos, centro de mi primer reportaje period�stico al empezar la carrera en El Caribe de 1973, virtualmente nada queda.

Medina y el Ministro Administrativo Jos� Ram�n Peralta la han transformado en un pueblo �verde�, la primera villa dominicana construida conforme a las recomendaciones del Protocolo de Kyoto, seg�n el cual quedar� rodeado de bosques, una arboleda circundante al per�metro que filtrar� la contaminaci�n s�nica y las emanaciones de C02 provenientes de veh�culos. Un ed�n central y cuatro jardines tem�ticos aludir�n los distintos ecosistemas nacionales.

Aqu� no hubo razones demag�gicas para la reubicaci�n habitacional de las 546 familias de Boca de Cach�n, sino que predomin� el sentido com�n gubernamental para auxiliar a una poblaci�n cuya existencia peligraba debido a la constante crecida del Lago Enriquillo. Elevada ahora hasta a 50 metros encima del nivel del mar, la poblaci�n queda resguardada de las acrecidas del pantano.

Inversi�n: US$24.4 millones; viviendas de 72.24 m2, incluyendo para discapacitados, tres habitaciones techadas de aluzinc insolado, que a�sla el calor y garantiza agradables temperaturas.

Dotada de estaci�n policial, bomberos, cl�nica, asilo, Cruz Roja, Juzgado de Paz, funeraria, cementerio, escuela de tanda extendida, estancia infantil, biblioteca e internet, cualquiera se muda para Boca de Cach�n.

Pero hay que cuidarla de la depredaci�n de lugare�os y vecinos. Dentro de una generaci�n se sabr� si tal esfuerzo vale la pena.