POR JOSE LOPEZ
Art�culo enviado a ECOS DEL SUR.
La historiograf�a est� cargada en diferentes etapas de este tipo de pensamiento y forma de comportamiento del accionar pol�ticos y social, desde la antigua Roma hasta nuestro tiempos. Los ejemplos abundan. Veamos sus principales caracter�sticas:
Un l�der que milita en este tipo de pensamiento, se gragea una popularidad bas�ndose en un discurso atractivo y en muchas ocasiones aprovech�ndose de una ignorancia pol�tica de quien asume el discurso, mientras m�s ignorante es el receptor mayor fertilidad y eco encuentra.
Usa el poder de manera arbitraria irrespetando las normas institucionales, pues el fin es mantener el poder y el statu del grupo que representa, pero con nadie entra en contradicci�n si la misma es de fondo.
Carece de una ideolog�a definida, no es de derecha pero tampoco asume el concepto de la izquierda, esto le permite un balance y en la percepci�n colectiva se puede ver como una alternativa entre el conservadurismo y el radicalismo pol�tico e ideol�gico.
Plantea, estudia y analiza la problem�tica y sabe comprometerse aun sabiendo que la soluci�n no depende de �l, pero como tiene que mantener un perfil siempre se presentar� como salvador.
Un l�der populista critica el sistema establecido, pero nunca afectar� la base de sost�n del mismo, es decir nunca ir� al fondo, pondr� todos los parchos necesarios permitiendo un reciclaje e inversi�n sin matar la gallina de los huevos de oro.
Maneja las t�cnicas discursivas, la imagen, y la manipulaci�n como una herramienta con destreza de manera extraordinaria, mantiene su meta clara �metido en el lodo saca de el los diamante�.
Es inescrupuloso al momento de conseguir sus objetivo, en definitiva el proyecto siempre es personal lo colectivo se relega a otro lugar.
Por �ltimo los puede usted encontrar en cualquier parte, en los partidos pol�ticos, en las instituciones y en las ONG.
Si por alguna raz�n al leer esta l�nea, la figura de alguien llega a su cerebro, no ha sido mi intenci�n, es tu subconsciente.