POR PRAEDE OLIVERO FELIZ
Enviada a ECOS DEL SUR
Hoy la bandera flota a media asta en la Universidad Aut�noma de Santo Domingo, el fruto m�s prolongado y preciado de la revoluci�n de abril, la que hizo su propia revoluci�n interna con el nombre de Movimiento Renovador, cuyos vientos soplan de nuevo en la UASD.
No s�lo en la capital se realiz� ese acto, tambi�n en Barahona, en la Ciudad Universitaria flota a media asta nuestra ense�a tricolor, erguida, acariciada por la suave brilla y la sabrosa sal de nuestro multicolor y brav�o mar Caribe.
No podemos olvidar la historia porque nos condenar�amos a repetir sus errores, por eso volvamos a ella, saciemos nuestra sed en esa fuente maravillosa de ense�anzas.
El derrocamiento del Profesor Juan Bosch, presidente constitucional de la Rep�blica Dominicana, motiv� la respuesta necesaria del pueblo dominicano y sus organizaciones, en una confrontaci�n interna que gan� r�pidamente el pueblo en armas.
Los Estados Unidos, su ej�rcito y sus marines, invadieron nuestro pa�s el 28 de abril del a�o 1965, por segunda vez en el siglo XX, reaccionando el pueblo en su contra con la valent�a hist�rica de que es acreedor, convirtiendo aquel enfrentamiento en una guerra patria.
Barahona, basti�n hist�rico de la lucha libertaria, dijo presente con sus mejores hombres y el gobierno constitucional del l�der de la guerra de abril Francisco Alberto Caama�o De�� lo reconoci� acogiendo el himno de la revoluci�n de la pluma del barahonero An�bal de Pe�a, nombrando a Lu�s E. Lembert Peguero Ministro de Justicia, Bonaparte Gautreaux Pi�eyro en prensa y Vice-Ministro de la Presidencia, Noel Suberv� Espinosa Procurador y luego encargado de los bienes del pa�s y a Jottin Cury Canciller.
El golpe de estado, la masacre contra Manolo y sus compa�eros del 14 de junio, no acobardaron a los dominicanos, m�s bien movieron sus fibras m�s sensibles y la invasi�n USA fue la gota que volvi� a rebosar la copa del alma nacional.
Combatientes con el pu�o, armas blancas, rev�lveres, pistolas, escopetas, fusiles y tanques se enfrentaron al ej�rcito m�s poderoso del mundo, el que arrest�, tortur� y asesin� a nuestros ciudadanos.
Trataron junto a los cobardes de San Isidro de aniquilar los combatientes de la zona norte de Santo Domingo, al gobierno establecido en El Conde y a los bravos combatientes de Ciudad Nueva, pero no pudieron eliminar toda la resistencia, aunque usaron 42, 000 soldados extranjeros y cientos de tridores dominicanos.
Recordar a Cayo B�ez, torturado por soldados de los Estados Unidos en la invasi�n del 1916, al igual que lo hicieron con otros, homenajear a los combatientes constitucionalistas del 1965, es un deber patrio, que recordamos al conmemorar el 49 aniversario de la segunda invasi�n de los Estados Unidos, colocando en se�al de duelo y repudio a la soldadesca nuestra bandera a media asta por el 28 de abril y la patria.
