POR RAFAEL PERALTA ROMERO
Art�culo enviado a ECOS DEL SUR.
Cuando a principios de abril, el Tribunal Superior Electoral dispuso, la suspensi�n de las convenciones del Partido Revolucionario Dominicano, fijadas para este mes, en los municipios del Este, provoc� notable sorpresa en la opini�n p�blica. Resultados anteriores han creado predisposici�n con ese y otros tribunales.
La extra�eza se suscit� porque la sentencia se produjo a solicitud de Guido G�mez Mazara, quien demand� mediante esa v�a, la entrega del padr�n de electores perrede�stas y que se permita la representaci�n de delegados ante las mesas de votaci�n, cuesti�n elemental en un certamen democr�tico, pero que no estaba en los planes de Vargas.
El levantamiento de la suspensi�n conllevaba que la Comisi�n Nacional Organizadora cumpla con la entrega del padr�n de militantes del PRD con derecho al voto. Algunos medios resaltaron que G�mez Mazara le hab�a ganado una batalla a Miguel Vargas, quien detenta la presidencia de ese partido a contrapelo del buen sentido.
M�s recientemente, G�mez Mazara se ha quejado de que los regentes de la casa nacional de su partido le niegan el uso de los salones para reuniones de trabajo. La monopolizaci�n del local, sito en la avenida Enrique Jim�nez Moya, es una expresi�n del manejo fraudulento de esa organizaci�n en lo material, como en lo institucional.
Guido Orlando G�mez Mazara, 47 a�os, abogado, articulista, pol�tico de vocaci�n, podr�a convertirse en un aguafiestas para Vargas, que quiere perpetuarse al frente del PRD a como d� lugar. Guido, contestatario y resuelto, busca la presidencia del PRD, desafiando, cual Quijote, el entramado truculento de Vargas y sus ac�litos.
Al din�mico dirigente perrede�sta le restan muchos escollos por afrontar. Es que en la mente de quienes arbitran la convenci�n, no estaba prevista la participaci�n de un aspirante al m�ximo puesto del partido del jacho que no fuera Miguel Vargas, de quien se sabe que es h�bil para los negocios, pero torpe para la conducci�n pol�tica.
Sospecho que en el proceso eleccionario del PRD, G�mez Mazara servir� como una v�ctima propiciatoria. �La v�ctima � seg�n el Derecho penal- es la persona f�sica o jur�dica que sufre un da�o provocado por un delito�. De la estafa pol�tica que se perpetrar� en el PRD, no ser� G�mez Mazara el principal afectado, pero s� el sacrificado.
La utilidad de su sacrificio consistir� en testimoniar la inconsistencia de la seudo convenci�n de Miguel Vargas, pautada para el 27 de julio.
En las religiones antiguas se llamaba v�ctima propiciatoria a aquella que era sacrificada para obtener un beneficio de los dioses. En nuestro caso, el inmolado servir� para remover la fetidez de un proceso viciado de origen.