Articulo publicado el 10 de junio de 20116
Por David Ramírez
Transcurrida las elecciones presidenciales,congresionales y municipales, a estas alturas, muchos se estarán preguntando ¿qué va a cambiar en el país? Para serle sincero, todo seguirá igual. Tendremos el mismo presidente, vicepresidente y probablemente la mayoría de los funcionarios corruptos peledeistas serán ratificados en sus cargosEn el Congreso de la República volverán los mismos partidos con las mismas caras o recicladas porque algunos, como “chapulines” de la politica, quisieron brincar de un cargo a otro y se quedaron “sin pito y sin flauta”.
En Barahona, al igual que muchas provincias, repiten el senador, dos diputados y regresa al congreso por el mismo partido PLD, una vieja cara conocida por los votantes. La supuesta novedad en el congreso lo será un personaje “reciclado”, ligado a la banca y los juegos de azar,un diputado electo por el Partido Revolucionario Moderno (un partido perredeista-pepehachista de nuevo cuño),
En la mayoría de los ayuntamientos triunfó en el circo electoral la gerontocracia, todo permanecerá igual, solo que en algunas alcaldías veremos caras recicladas gracias al transfuguismo o extrañas alianzas políticas que solo ocurren en un país como el nuestro.
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¿Esta situación es producto de la falta de liderazgo o `por la decadencia política? Yo diría que ambos, las pasadas elecciones evidenciaron que nuestra democracia ha sido socavada por la corrupción y mañas de los partidos políticos (PLD-PRD-PRM-PRSC), al imponer sus candidatos con turbias alianzas y componendas.
Luego de las pasadas elecciones estamos seguros en el país no habrá cambio o mejora en las condiciones de vida del pueblo.A partir del 16 de agosto nuestro pueblo seguirá soportando más sufrimientos y robo del erario público por parte de los funcionarios peledeistas y escuchando las mismas promesas de siempre de los partidos.
Es harto y sabido que ningún partido del sistema le interesa un reparto justo de la riqueza para erradicar la miseria, el desempleo, la falta de salud,educación,vivienda o todo lo que signifique injusticia social.
Por ahora, nos queda concluir que las elecciones fueron,como dije anteriormente un circo, solo para dejar sumergida la democracia en el difuso fenómeno del “Gatopardo”, aquel concepto político (un poco curioso), que surge de la novela homónima del italiano Giuseppe Tomasi di Lampedusa que contiene la frase: «Algo debe dar para que todo siga igual», de esta estrategia surge lo que en ciencia política se conoce como el gatopardismo.
Desde el mismo momento que la cúpula del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), decidió convertirse en rémora política del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), en ese mismo instante se fraguó entre los dos partidos la estrategia del gatopardismo ·«dame algo a cambio de aquello y dejamos todo igual».
En ese trueque de aposentos el presidente Danilo Medina buscaba imponer la reelección a cómo de lugar (violando todas las leyes o avasallando a todo aquel que sé que se cruzara en su camino), mientras que por el otro, la cúpula del PRD o lo que quedaba de ese partido luego de la división con el PRM, buscaba sobrevivir reteniendo como bisagra política una cuota de poder en el Congreso y los ayuntamientos.
En el entramado oscuro entre el presidente de la República y la cúpula del PRD cada pandilla gatopardo jugó su papel,
El gatopardimos no solo fue efectivo para que el presidente Danilo Medina se reeligiera en el cargo,sino también para que el PLD y el PRD se repartieran la mayoría de los cargos.,tanto en el Congreso como en los ayuntamientos del país.Al final todo quedo igual para volver a empezar y…. hacer lo mismo.
Pero nada dura para siempre. No está lejano el día que el pueblo se empodere contra esos gatopardos para así evitar que esas alimañas sigan saliéndose con la suya.
