Articulo publicado el 30 de abril de 2013
Por David Ramírez
Este miércoles 1 de mayo, los trabajadores dominicanos recibirán el Día Internacional del Trabajo en sus momentos más amargo y vergonzoso; 14 de cada cien dominicanos se encuentran desempleados y los pocos que se encuentran empleados en el mercado laboral perciben el salario mínimo más bajo de la región, incluso por debajo de Haití.
El primero de mayo lo recibe la clase trabajadora dominicana con más de un millón de empleados fuera de la seguridad social. Los bajos salario de los trabajadores dominicanos cuestionan seriamente las estadísticas de la supuesta bonanza económica, disminución de la pobreza extrema y crecimiento sostenido de la economía dominicana que a diario pregonan algunas bocinas del gobierno.
Preocupa que en nuestro país un alto porcentaje de trabajadores ganan el salario mínimo (guardias, policías, vigilantes privados, jornaleros agrícolas, etc.), también resulta preocupante que el 69% de los trabajadores dominicanos perciben un salario igual o por debajo de los 15 pesos mil pesos mensuales.
Este salario de miseria, no alcanza para cubrir los gastos de la canasta familiar básica, que según estadísticas del Banco Central) era hace dos años de RD$10,407.56, pero que hoy ronda los RD$ 26 mil pesos, luego de Danilo Medina impulsar y poner en marcha una Reforma Fiscal para tapar un hoyo fiscal generado por un leonelísmo corrupto y clientelísta. Esta reforma económica neoliberal que lo único que traerá al país será más hambre, inflación y delincuencia.
Un salario que imposibilita a los trabajadores realizar los pagos de su vivienda, electricidad, agua, teléfono, transporte, colegio de sus hijos, medicinas y gastos de entretenimiento Entonces me pregunto ¿Tienen motivos la clase trabajadora dominicana para celebrar su día cuando lo que gana no alcanza para vivir con dignidad y decoro? ¿Qué entusiasmo puede existir en la clase trabajadora dominicana para celebrar si en el país un 54% de los empleos pertenecen al sector informal?
Un país con un mercado informal como el nuestro difícilmente podrá salir de su atraso y subdesarrollo, ya que su economía, por su alta vulnerabilidad, impide la competividad y rentabilidad empresarial, una economía que espanta la inversión de capitales frescos.
El primero de mayo lo recibe la clase trabajadores dominicana solicitando un reajuste salarial de un 30% (que no es un aumento salarial como creen muchos ya que el salario real no ha sido aumentado desde hace 20 años), para compensar un poco la pérdida del poder adquisitivo de sus ingresos.
Los trabajadores dominicanos reciben un primero de mayo con un recrudecimiento de la explotación laboral, con un declive y un bajo nivel de sindicalización en el sector privado (principalmente de las zonas francas y servicios), enfrentado a una gran masa de mano de obra de inmigrante haitianos de bajo nivel educativo compitiendo deslealmente en el sector de la construcción y el campo degradando aun mas los salarios, enfrentando a un sector empresarial explotador que amenaza con desmontar del sistema laboral un conjuntos de conquistas entre ellas la cesantías y las prestaciones laborales.
Mientras no se incremente el salario de los trabajadores, mientras no se generen más empleos, mientras no se produzcan cambios estructurales y se le impida al gobierno poner en marcha las reformas neoliberales que le dictan los organismos internacionales como el FMI, las desigualdades sociales y económicas seguirán profundizándose y la clase trabajadora empobreciendo.
Entonces, este primero de mayo los trabajadores no tienen motivos para celebrar, sino para luchar.
