Publicado 11 de septiembre del 2016
Por David Ramírez
Es un tema que algunos historiadores e investigadores de Barahona han evitado abordar explícita y directamente en sus obras, históricamente es un tema tabú.
Se trata de la leyenda oscura del parque de los Suero,una leyenda popular en la que puede haber algo de cierto.
El apellido Suero está muy ligado a la fundación y desarrollo de la ciudad. Se podría considerar que sin las donaciones involuntarias de terrenos que realizó esa familia y otras de mucho renombre de la ciudad en 1882 al ayuntamiento (obligado por el Estado y por mediación del ministro Wenceslao Figuereo), Barahona no hubiera alcanzado su actual desarrollo urbano.
En Barahona los Suero son una familia histórica, muy respetada y como todas las familias, ha tenido y tiene ovejas negras, como lo fue el célebre y funesto Angel Augusto Suero Ramírez -Negro Suero-.
Pero seamos honestos, no podemos esconder el sol con un dedo, conocemos personas en edad avanzada que todavía suelen llamar a ese parque público peyorativamente «El Parque de los locos».
No voy a entrar en discusiones teóricas sobre la esquizofrenia porque no soy especialista en esa área ni tampoco de la conducta humana, ese no es precisamente el tema de mi corta investigación, pero les puedo asegurar, que conozco los prejuicios y conceptos estereotipados de algunos munícipes con relación a la familia Suero de Barahona, como el hecho de referirse a ella como «Una familia de locos», pudiendo ser solo un agravio.
Todo el terreno, donde está construido el parque Guarocuya,como es llamado oficialmente el Parque de los Suero,fue hacia finales del siglo XIX y principios del XX, un solar de esa familia. El lugar fue bautizado luego como "El placer de los Suero", una especie de "banco familiar" donde la familia Suero, emparentada también con los Ramírez, solía realizar reuniones familiares y juergas escandalosas con sus amistades.
Los lazos familiares de los Suero era muy fuerte, no solo habitaban en grupo los hermanos con sus mujeres y sus hijos en ese solar, sino también con sus ancianos padres y tíos, algunos de ellos muy seniles, a quienes cuidaban con bastantes celos.
La familia Suero también era prolífica (las mujeres parían muchos hijos),y por causas desconocidas, tal vez genética, algunos de sus descendientes nacieron con trastornos mentales o con discapacidad física.
Para ayudarles en su rehabilitación o cuidar de ellos, al atardecer la familia Suero los acomodaba en mecedoras bajo la sombra de los árboles en ese lugar, lo que hoy conocemos como el "Parque de los Suero".
Es posible que para algunos extraños, que circularan por la zona, aquello resultara una escena dantesca y de mal gusto, un grupo de ancianos seniles y enfermos mentales, sentados todos en mecedoras, en una especie de parque familiar.
Y de ahí nace la leyenda de llamar al parque los Suero peyorativamente «El parque de los locos», en esta historia que les acabo de contar.
