Sin baloncesto, menos clientes VIP visitan la Gran Manzana dispuestos a pagar los entre 400 y 4.000 dólares que cuesta pasar la noche con una de sus chicas.
El ya tristemente famoso ‘lockout’ de la liga profesional de baloncesto estadounidense, la todopoderosa NBA, tiene un efecto muy negativo y no solo afecta a los multimillonarios jugadores, a los dueños de los equipos y los árbitros, que luchan por un nuevo reparto de un jugoso pastel de 4.000 millones. El parón en la competición ha dejado a hoteles, bares y señoritas de compañía en una difícil situación económica.
Mientras jugadores como Kevin Garnett empiezan a echar de menos su nómina mensual de casi un millón de dólares, Henry, el propietario de una agencia neoyorquina en la que trabajan acompañantes de alto standing, se las ve y se las desea para encontrar clientes para todas sus 'escort'.
Este empresario del amor rápido confesó a la cadena de televisión CNBC que la cancelación del inicio de la liga ha provocado que sus ingresos caigan aproximadamente un 30%. Sin baloncesto, menos clientes VIP visitan la Gran Manzana dispuestos a pagar los entre 400 y 4.000 dólares que cuesta pasar la noche con una de sus chicas.
Henry asegura que entre el 65% y el 80% de sus clientes son jugadores, miembros del personal de los equipos y aficionados con un alto poder adquisitivo que requieren los servicios de su agencia por un periodo de tiempo que habitualmente no supera las cuatro horas, y casi siempre en horario nocturno.
El empresario asegura que “hay algunas opciones para minimizar las pérdidas, pero no son clientes tan fieles ni con tan buena disposición para pagar”.
Pérdidas millonarias
Además, de las empresas de ‘escort’ los hoteles y los bares son los otros grandes damnificados del cierre patronal de la NBA. La CNBC ha hecho un cálculo que cifra entre 400.000 y 500.000 dólares las pérdidas que sufrirían los establecimientos que sirven de alojamiento habitual para los equipos si la liga finalmente se cancelara.
Algo similar les sucede a los restaurantes. Si este año no hay NBA, Scott Nogueira, propietario del Porters Bar & Grill, situado frente al pabellón en el que juegan los Boston Celtics, dejará de ingresar más de 300.000 dólares. Además, se verá obligado a despedir a la mitad de su plantilla.
Estas circunstancias han provocado que ciudades como Memphis hayan amenazado a la liga y a los propietarios de los equipos con demandarlos por daños y perjuicios. Según los cálculos realizados por los expertos del canal estadounidense CBS, Miami sería la ciudad más afectada por el ‘lockout’, perdiendo cerca de 200 millones de dólares si la temporada no comienza.
El perjuicio económico llegaría a los 90 millones en San Antonio (Texas), a los 60 millones en Oklahoma City (Oklahoma) y a los 59 millones en Portland. Otras localidades NBA como Cleveland aseguran que el 35% de la recaudación de los restaurantes de la ciudad dependen directamente de que haya o no baloncesto.