Reflexiones en el D�a de la no violencia contra la mujer - Barahoneros

viernes, 25 de noviembre de 2011

Reflexiones en el D�a de la no violencia contra la mujer

POR TOMAS VINICIO LOPEZ
Para Ecos del Sur.

Bastar�a solo pensar que nacimos de una mujer, que nos unen parentescos y relaciones con  mujeres como abuelas, hermanas, sobrinas, t�as, primas, cu�adas, comadres, maestras, enfermeras, secretarias y compa�eras de trabajo. Mujeres cuidan de nuestros ni�os y realizan labores dom�sticas en nuestros hogares. Por amor nos unimos a una mujer con la que compartimos la intimidad de nuestras vidas, y de esta relaci�n nacen nuestros hijos. Matarlas, simplemente no tiene ning�n tipo de justificaci�n. No existe una demostraci�n de amor mayor que la que una madre prodiga a un hijo o a un nieto, privarlos de ese amor y generarle traumas con el feminicidio es una gran insensatez a la que solo el diablo puede conducir la mente de un hombre.  Dejo una pregunta en el aire como reflexi�n �y si la muerta fuera nuestra propia madre�.?

Mirando en  los diarios nacionales me llama poderosamente la atenci�n que casi todas las graduadas universitarias que alcanzan los m�ximos honores acad�micos en nuestras universidades p�blica y privadas son mujeres. Casi el 70% de la matr�cula universitaria nacional corresponde a mujeres. �En qu� est�n nuestros j�venes varones? �A qu� se dedican?

A prop�sito de la lucha del 4% para la educaci�n me he tomado la molestia de revisar muy someramente los contenidos del Plan Decenal 2003-2012. Es uno de los m�s hermosos documentos que he tenido la oportunidad de visualizar, e invito a los t�cnicos del sector a profundizar en sus contenidos.  De haberse aplicado, los resultados de nuestra sociedad no fueran los que hoy padecemos en temas como el feminicidio y otros lastres que arrastramos.

Es oportuno se�alar otros aspectos que van m�s all� del vertiginoso aumento en el desarrollo intelectual de las mujeres y el evidente retroceso  de los hombres. Entre estos aspectos cabe mencionar una cultura de antivalores que promueve nuestra sociedad a trav�s de unos medios de comunicaci�n sin regulaci�n y sin censura moral, como son fundamentalmente la televisi�n y la radio. Nuestros ni�os crecen bailando y culturizando  en sus mentes  los mensajes violentos y antimorales que promueven estilos musicales generados y promovidos por mentes perversas. La mayor�a de los contenidos de  las telenovelas son verdaderas doctrinas  de deformaci�n moral que tambi�n nos est�n conduciendo a un abismo de insospechables profundidades. Las autoridades correspondientes, la sociedad, y sobre todo la familia misma tienen que asumir sus responsabilidades m�s all� del simple lamento, de las vistosas marchas, de las hermosas declaraciones y de la cuantificaci�n estad�stica de los feminicidios.