Para
la Real Academia Española la palabra comedida significa prudente o
moderado. Se tiene entendido que una persona que no es comedida es por
lo regular descortés, maleducado, mal hablado.
Hay un dicho que dice que para hablar y comer pescado hay que tener mucho cuidado. No suelo responder a las personas que cuestionan mis artículos, tampoco me considero dueño de la verdad, pero mucho menos opino de cosas que no conozco.
Hay un dicho que dice que para hablar y comer pescado hay que tener mucho cuidado. No suelo responder a las personas que cuestionan mis artículos, tampoco me considero dueño de la verdad, pero mucho menos opino de cosas que no conozco.
Siempre he considerado que callar la verdad es algo más vil que decir una mentira. Pero si no denunciamos las mentiras por ser comedidos nos hacemos cómplices de ellas.
Recientemente leí un artículo en Ecos del Sur del señor Félix Betances, un trabajo escrito quizás, con buenas intenciones, pero sin la menor idea de lo que estaba diciendo. En verdad este señor trató de manipular lo que escribí en beneficio de un funcionario que él admite que no conoce.
Escribí un artículo llamándole la atención a un funcionario de la Defensa Civil de Barahona para que en el futuro sea más precavido y menos alarmista sobre las algas marinas que hoy invaden nuestras costas. Por ética obvié el nombre del funcionario para que no fuera considerado una humillación pública o que buscaba hacerle daño. Pero el mensaje fue escuchado.
En mi artículo reprochaba a ese funcionario haber dicho al periodista Víctor Reyes que con la recogida de las algas marinas (que todavía no ha finalizado) se evitó una epidemia en la ciudad. Se entiende por epidemia una enfermedad infecciosa que durante un periodo de tiempo ataca, simultáneamente y en un mismo territorio, a gran número de personas.
Ya fue aclarado que las algas que bañan nuestras costas no producen enfermedades infecciosas. Lo más que puede ocasionar es alergia en la piel para los bañistas o problemas respiratorios para las personas que vivan cerca de la playa. Sólo causaría la muerte si es consumida y nadie es loco para hacerlo.
Cuando una persona es funcionaria en una posición tan delicada como es la Defensa Civil, hay que tener mucho cuidado al hablar en público porque cualquier equivocación se convierte en nota nacional. Asociar las algas marinas en la playa con epidemia o brote infeccioso fue una irresponsabilidad de su parte. Estas palabras pudieron ser mal interpretadas y causar pánico en la población.
Lamentablemente, señor Betances, frente a una palabra mal empleada no tengo que buscar atajos ni rodeos, tampoco me interesa ser comedido, complaciente, o servicial con ningún funcionario, (Si usted acostumbra hacerlo, es su problema), con lo que escribí traté de no ofender a nadie, sólo que no soy una persona que adorna la verdad con rosas.
Ahora bien, si se siente molesto por la forma como escribí sobre este funcionario al cual usted defiende sin conocerlo (¿?), y como nadie defiende a quien no conoce, porqué no lo motiva para que inicie una jornada de fumigación para eliminar la plaga de mosquitos en algunas comunidades de la provincia. Esta plaga impide la docencia en liceos y escuelas.
Por si usted y ese funcionario no lo saben, el mosquito si produce epidemias; El dengue y la malaria.
No voy a discutir con usted si las algas marinas sirven o no sirven como fertilizante porque no soy especialista en el área, sólo me limité a opinar sobre las recomendaciones del biólogo.
Tampoco voy a molestarme por haberme llamado (en pocas palabras), maleducado o darme clase de cómo compórtame cuando escribo un artículo, porque usted no es la persona perfecta para juzgarme.
Ahora bien señor Betances, de una cosa si estoy claro, soy un comunicador con ética que hace muchos años puse distancia al servilismo.