OPINION:�Glorieta, Millones, Piedras, Machete y Pueblo Organizado� - Barahoneros

domingo, 13 de abril de 2014

OPINION:�Glorieta, Millones, Piedras, Machete y Pueblo Organizado�

POR MANUEL OLIVERO
Para ECOS DEL SUR

El an�lisis de las leyes que rigen el transito de los cambios cuantitativos a los cualitativos, as� como la unidad y lucha de contrarios, demuestra que la acci�n de ellas se traduce en un proceso infinito de desplazamiento de unos fen�menos por otros y de transformaci�n reciproca de los contrarios. Ahora bien, �Existe cierta tendencia objetiva, cierto sentido en esa secesi�n infinita de fen�menos, en esa lucha incesante entre lo viejo y lo nuevo, entre lo que nace y lo que muere? Y de existir, �Cu�les son las tendencias objetivas del desarrollo?

En torno a este problema han batallado y siguen batallando diversas concepciones y teor�as. La lucha ha cobrado una agudeza especial con periodo ascensional del capitalismo.

La vastedad y riqueza del patrimonio arqueol�gico, hist�rico y art�stico de la naci�n constituye un ejemplo, quiz�s el m�s palpable, de la pluralidad cultural de una regi�n o del pa�s. As�, monumentos, edificios y bienes culturales de diversos �rdenes ofrecen testimonios de nuestro panorama hist�rico, signo del rostro m�ltiple de la identidad nacional. De ah� que la preocupaci�n por investigar, conservar y difundir tal patrimonio tenga una larga tradici�n en el pa�s y que, desde la Independencia, haya sido un objetivo prioritario de la pol�tica cultural.

Al analizar el transito de los cambios cuantitativos a cualitativos y la lucha de contrarios hemos visto que el desarrollo incluye, como un aspecto necesario y sujeto a leyes, la negaci�n.  El cambio cualitativo lleva impl�cita la negaci�n de la vieja cualidad: sin la negaci�n, seria imposible el paso de una cualidad a otra. La lucha de contrarios culmina en el triunfo de ellos, lo que entra�a asimismo la negaci�n de uno y la afirmaci�n del otro. Por consiguiente, la negaci�n no es factor accesorio impuesto al proceso de desarrollo desde fuera  que se halla condicionado, con fuerza de ley  por la propia esencia del devenir. La negaci�n brota del desarrollo mismo al desdoblarse lo uno y aparecer elementos, tendencias o fuerzas, que se excluyen mutuamente, en el seno de los fen�menos y objetos. Engels se�ala �que la verdadera negaci�n dial�ctica consiste en la escisi�n en opuestos, su lucha y  su soluci�n.�

Engels ten�a plena raz�n al llamar fuerza motriz del desarrollo a la �negatividad interna�. Marx subrayo igualmente la importancia de la negaci�n  en el devenir.  Refiri�ndose a la dial�ctica materialista, escrib�a en el capital que �en la inteligencia y explicaci�n positiva de lo que existe abriga a la par la inteligencia de su negaci�n, de su muerte forzosa: porque critica y revolucionaria por su esencia, enfoca todas las formas actuales en pleno movimiento, sin omitir, por tanto, lo que tiene de perecedero y sin dejarse asustar por nada�.

Concluyo diciendo: La arquitectura es el testigo insobornable de la historia, por que no se puede hablar de un gran edificio sin reconocer en �l  al testigo de una �poca, su cultura, su sociedad, sus intenciones. Octavio Paz.

Todo el Pueblo Organizado a defender en la justicia y la calle la preservaci�n de su patrimonio cultural.