Cuando el tratamiento médico no es suficiente y los ojos persisten “desviados” se debe recurrir al tratamiento quirúrgico, para fortalecer o debilitar los músculos del ojo, destacó el doctor Andrés Márquez, médico cirujano oftalmólogo.
El estrabismo es la pérdida del paralelismo de los ojos. Los dos ojos no miran al mismo sitio, uno de ellos dirige la mirada al objeto que fija, mientras que el otro se desvía en otra dirección. Lo que implica una falta de coordinación entre los músculos oculares. Los ojos pueden desviarse horizontalmente, ya sea hacia adentro (estrabismo convergente, “niño bizco”), o hacia fuera (estrabismo divergente), o verticalmente (estrabismo vertical, un ojo desplazado hacia arriba o hacia abajo). Generalmente no hay una causa clara pues existen varias posibilidades:
Se puede producir porque existe una alteración de los músculos del ojo unido a una mala visión. Un ojo se tuerce porque ve mal, y ve mal porque se tuerce.
Existe un factor hereditario, a veces asociado a diversas causas, como sufrimiento fetal, infecciones, tumores, traumatismo, factores emocionales, etc. Ttambién pueden existir lesiones anatómicas en los nervios o en los músculos. También, cualquier tipo de enfermedad que ocasione una disminución de visión en alguno de los ojos puede provocar estrabismo.
El estrabismo se puede tratar con cirugía, gafas o prismas ópticos, oclusiones con parches o ejercicios oculares. “Los objetivos con los niños, son lograr un aspecto normal en los ojos, pero con una buena visión en cada ojo (con o sin la corrección óptica), una buena visión binocular y percepción de profundidad. Si un adulto tiene un estrabismo desde la niñez que no fue tratado, disminuye (pero no elimina) el porcentaje de éxito en la recuperación”, aclara Márquez.
Como tratamiento la cirugía de estrabismo es un procedimiento relativamente seguro. Se usa para acortar, alargar o cambiar la posición de uno o más de los músculos del ojo con eficacia, permitiendo la alineación correcta de ambos ojos. La cirugía para el estrabismo tiende al “fortalecimiento” de algunos músculos del ojo y al “debilitamiento” de otros, para cambiar su fuerza efectiva sobre el globo ocular y lograr el alineamiento.