Expertos en microbiología señalan que este lugar contiene más bacterias que un baño
No es recomendable pero aún así muchas personas utilizan su escritorio de trabajo, frente a la computadora y sobre el teclado, para comer un bocadillo mientras continúan sus actividades . Inclusive algunos, para no perder tiempo, suelen utilizar este lugar como improvisada mesa de almuerzo. Sin embargo, desconocen que se encuentran expuestos a una gran cantidad de bacterias.
Según el Dr. Charles Gerba, un profesor microbiología de la Universidad de Arizona, “en término de bacterias un escritorio puede ser estar hasta 400 veces más contaminado que un baño. Y al establecer el orden de suciedad le otorga el primer lugar al teléfono, el segundo al escritorio y el tercero a la combinación mouse y computadora”, publica la web Cukmi.
Sí aún después de ello persistes en mantener este hábito, toma en cuenta estas recomendaciones.
HIGIENE
Durante nuestra jornada laboral estamos en constante contacto con el teclado, el mouse o el teléfono. Sería un error comer sin antes habernos lavado las manos o mientras trabajamos. Las bacterias al ingresar a nuestro organismo producen descompensaciones, enfermedades o malestares estomacales.
Es recomendable desinfectar el lugar antes de poner nuestra comida sobre el escritorio y nuestras manos antes de empezar a comer.
SIN OLORES
Si comer una empanada con harta cebolla en la oficina puede ser considerado un crimen, imagínate comer un pescado al vapor en el escritorio. Por ello es recomendable que los alimentos que elijamos sean de olores discretos y pasen casi desapercibidos.
DISTRACCIÓN
Como se sabe, la alimentación es una actividad que debe concentrar todos nuestros sentidos, no solo parar disfrutar de forma adecuada la comida, sino también para ser conscientes de la cantidad que ingerimos.
“Comer atento al correo electrónico nos distrae de la calidad y cantidad de lo que estamos comiendo. Esa modalidad suele hacer que la gente coma más de lo que debiera”, señala.
Comer en el escritorio puede ser un hábito eventual, pero no debe transformarse en una costumbre. Tú, ¿comes en tu escritorio?