POR TONY PEREZ.
�Cu�n grandes han sido los males causados por los pueblos del sur profundo a los gobiernos dominicanos, todos, que los tratan a patadas�. Quisiera saberlo para ver si buscamos v�as aunque sea de atenuaci�n de tan caras culpas.
Desde que se sale de Barahona hasta Pedernales, la carretera es un trillo solo apto para burros. Y no todo tipo de burros, porque aquellos sanos y j�venes optan por rutas menos tenebrosas. Son 124 kil�metros de riesgo de muerte, rabia e impotencia que se ahondan al cruzar por Vuelta del Caim�n, donde existe un monumento a la irresponsabilidad. All�, el cicl�n Georges, del 22 de septiembre de 1998, destruy� el paso y las autoridades de Obras P�blicas solucionaron el problema con un desv�o dizque provisional. Hoy ese camino rocoso de unos 100 metros sigue ah�, igual que hace 14 a�os, y al lado, un elevado ruinoso a medio talle, adornado por una valla con dos personajes en primer plano: el senador de mi pueblo, Dioni S�nchez, secrete�ndole al Presidente Fern�ndez, y un texto de anclaje resaltando que Leonel prometi� y cumpli�.
Por esa carretera estrecha zigzaguean a cualquier hora decenas de patanas cargadas de cemento, algunas de ellas conducidas por gente inexperta. Transportan el producto de Cemento Andino, una empresa colombiana que han instalado en la zona tur�stica de Cabo Rojo, Pedernales, en el mismo entorno de Bah�a de las �guilas, donde el Gobierno ha reiterado mil veces que invertir� 5 mil millones de d�lares o m�s en desarrollo tur�stico.
Pero el deterioro de la carretera a causa �seg�n los comunitarios� del paso continuo de tales veh�culos pesados, es insignificante en comparaci�n con los da�os al ecosistema provocados por el minado de las monta�as de la zona tur�stica por parte de tal consorcio internacional.
Hay consenso de que Cemento Andino es un fraude. Paga salarios de miseria, cercena los derechos de los trabajadores y su producto principal, el cemento, cuesta 50 y cien pesos menos en la provincia Barahona que en Pedernales, donde se produce. Un fraude que la gente tiene que soportar porque �sostiene� carece de dolientes y de opciones laborales.
Cemento Andino se conforma, sin embargo, con pagarle a unos cuantos voceros medi�ticos en la capital para que alaben �sus grandes obras de bien�: unos cambios de pisos de tierra por cemento, cuando su compromiso comunitario deber�a ser la construcci�n de 50 � cien viviendas de calidad por a�o, hasta que all� no quede un solo rancho hacinado. Igual que deber�a comprometerse, junto con el Gobierno, a construir la carretera de cuatro carriles y con menos curvas. Nada del otro mundo. Lo har�an con los mismos insumos que le sacan de las costillas a la provincia para venderlos en el pa�s o en el extranjero a precios onerosos. Y ni as� resarcir�an los da�os.
Pedernales ha aportado billones y billones de pesos y d�lares al Estado. Irrisorio, si no nada, es lo que �ste le ha devuelto en infraestructura y proyectos de desarrollo sostenible. All� solo se nota involuci�n, desempleo, indiferencia, contubernio� un macondo en cierne.
Danilo Medina acaba de ganar las elecciones presidenciales en gran parte del sur. El respaldo de estas poblaciones nada tiene que ver con masoquismo. En medio del desencanto, �l, �l, ha recibido un voto solidario, por ser sure�o y por su reiterado discurso de ataque a la pobreza e impulso de la educaci�n. Ojal� no deje morir lo poco de esperanza que ha dejado la promesa de convertir aquello en �una tacita de oro�.
