Por Jose Antonio Matos Peña: La política dominicana presenta hoy, una actividad sin precedentes en los anales recientes de nuestra coasidemocracia, un poder concentrado hasta ahora de manera total, en un hombre que preparando la entrega impostergable del puesto de presidente de la república el próximo 16 de agosto, acciona evidentemente, sobre todo el espectro político nacional, si excepción de partido u órgano social, y como es todo, el partido revolucionario dominicano, no escapa a esta acción, con ribetes parecido al que realizó en el partido reformista social cristiano, ya engullido.
El artículo 216 de nuestra constitución, que desoído por este tribunal, cuando se interpone ante una decisión mayoritaria de un organismo interno competente, que de acuerdo al espíritu democrático que manda nuestra constitución solo puede ser variado de por la convención nacional o por el pleno nacional de dirigentes, por más nadie, toda intervención, es intromisión, además de que la misma constitución, establece que sólo se puede expresar el tribunal, en acciones que afecten el derecho del ciudadano miembro, en asunto de elecciones a candidaturas o puestos electivos internos, y ahí sí la ha metido don Miguel, en las elecciones del 2010 y otras ocasiones.
De manera olímpica aparecen ya, vallas alusivas a la postulación del presidente actual, en las elecciones del 2016, en momentos en que el presidente declarado ganador, para los aprestos de transición, junto, este hecho, con la famosa decisión del TSE., actos estos, que no se nos dificulta concatenar.
De todos modos, como nada es perfecto en este mundo, la sentencia que trata de invalidar una decisión súper mayoritaria de PRD, que es secreto a voces en toda lageografía nacional, que es la sanción a miguel y la execración de los demás y donde quiera que la sometan, tendrá inmensa mayoría y el TSE, sin proponérselo, al emitir la misma, validó la comisión política que lo sancionó y esa mayoría, si algún día es aceptada la sentencia como buena y válida, también será buena y válida.
La acción de don Miguel en el accionar político nacional, que ha dejado mucho que desear, de seguidores suyos, como lo que fuimos, lo llevan irremisiblemente al derrotero de las patas de los caballos y el destino de Leonel, que tiene acciones muy tempraneras en su carrera hacia el 2016, deberá cuidarse de los excesos que provocan su alta influencia y dependerá de que la dirección del verdadero PRD, que es el de la institución, en su expresión mayoritaria y de el l accionar del nuevo gobierno del PLD, para sucumbir en sus propias patas.