Este desarrollo es positivo, ya que nos dará seis divisiones con cinco equipos cada uno, pero plantea su propio conjunto de problemas. El principal de ellos es la regla del bateador designado. Con tantos juegos interligas, tener dos conjuntos de normas complica las cosas para un juego que lucha por ser sencillo y amistoso para los aficionados.
Seamos claros: Es hora de que el béisbol consiga sincronizar a sus dos ligas con la misma regla, ya sea con la regla del bateador designado o sin ella.
Como la abolición del bateador designado nunca sería aprobada por la Asociación de Jugadores de Grandes Ligas, el juego no tiene más remedio que asumirla -- a través de las Grandes Ligas y de todos los niveles de las ligas menores.
Antes de que los puristas del béisbol comiencen a atacarme, entiendan que fui gerente general de dos equipos de la Liga Nacional y pasé más de dos décadas en la liga. Sin embargo, por mucho que prefiera las reglas de la Liga Nacional y crea que el juego de béisbol de la Nacional es mejor, si todavía fuera un gerente general yo votaría a favor de utilizar la regla del bateador designado en ambas ligas.
Durante su mandato, el comisionado Bud Selig ha hecho un gran trabajo en mover el juego hacia adelante y lo más probable es que algún día será reconocido en el Salón de la Fama por su dirección histórica del juego. Sólo para citar algunos de sus logros: los juegos interligas, la expansión, la repetición instantánea, nuevos parques de pelota en casi todas las ciudades, un programa de pruebas de drogas que es posiblemente el mejor en los deportes, una presencia en Internet de gran alcance, éxitos en acuerdos masivos de radio y televisión y de negociación colectiva que ha restaurado de regreso la paridad en el béisbol. Selig no ha dormido en sus laureles, y no espero que ahora lo haga. No ha terminado.
El tener dos conjuntos de reglas coloca a los equipos injustamente en desventaja, dependiente de si su juego se desarrolla en casa o en la carretera. Para solucionar esto, el béisbol debe sincronizar ambas ligas con una regla -- ya sea utilizar el bateador designado o abolirlo. Y a pesar de que la eliminación del bateador designado podría ser el deseo de los puristas del béisbol, el hecho de que se instale en ambas ligas es la opción más fácil y más práctica.
Obstáculos para una regla
No puedo contar cuántas veces votamos o fuimos encuestados sobre la regla del bateador designado en las reuniones de la gerencia cuando yo era gerente general de los Rojos de Cincinnati y los Nacionales de Washington. Cuando la votación y / o las encuestas se completaban, siempre quedaban 16 a 14 o 15 a 15. Después de varios años de los mismos resultados, me di cuenta que la industria nunca van a lograr que 30 equipos, gerentes generales, managers o propietarios se pongan de acuerdo sobre la dirección que debe seguir el deporte.
Pero el debate -- la votación, la encuesta -- nunca debió haber sido alrededor de tener o no al bateador designado. Debe ser sobre decidir una regla, y punto. Cuando le pregunto a los directivos y jugadores de hoy qué forma les gustaría adoptar, todos están de acuerdo en que el béisbol debe adoptar una u otra. Pero, ¿cuál?
En el último par de semanas, Jim Leyland, Joe Maddon y T. Ron Washington, todos me dijeron que ellos quieren ver una regla. Y aunque tanto en Washington como Maddon me dijeron que prefieren las reglas de la Liga Nacional, el hecho es que los tres creen que es mucho más importante adoptar la decisión que la regla en sí que se adopte.
¿Por qué el bateador designado?
Por varias razones, la abolición de la regla del bateador designado es claramente más difícil (por no decir imposible) que su adopción en toda la industria. Debido a esto, para mí sólo tiene sentido adoptar el bateador designado en ambas ligas.
Ciertamente, tener a los lanzadores al bate añade muchos más niveles de estrategia. Disfruto de las decisiones administrativas que se deben hacer todas las noches, incluso si es sólo el envío de un bateador emergente por un pitcher en un juego de 2-2 en la octava entrada, o la decisión de un manager de doble cambio -- en función de cómo se encuentra la alineación.
Pero para fines prácticos, el bateador designado disminuye el riesgo de lesiones para los lanzadores. Cada año vemos a un lanzador que se lesiona al tratar de batear o correr las bases. Este año, Alexi Ogando, el relevista de los Rangers de Texas, se lastimó un tendón de la corva tratando de correr un rodado en la serie contra los Gigantes de San Francisco. Washington me dijo el miércoles que la lesión le ha obligado a insistir en que sus lanzadores pasen por más ejercicios de corrido de bases para prevenir futuras lesiones, aun con el calendario limitado de las interligas.
En cuanto a los jugadores que son bateadores designados de tiempo completo como Kendrys Morales, Adam Dunn, Michael Young y David Ortiz, a menudo también se encuentran en el banquillo durante importantes juegos interligas en los parques de pelota de la Liga Nacional. Los aficionados quieren verlos batear, managers los quieran en la alineación. Es un desequilibrio que, francamente, altera la calidad y la integridad del juego. Y la doble regla será aún más sorprendente el año que viene cuando uno de los bateadores designados tenga que sentarse fuera de un juego importante (o varios) en septiembre, en un parque de la Liga Nacional.
La verdad brutal es que la Asociación de Jugadores de las Grandes Ligas nunca estará de acuerdo con eliminar al bateador designado debido a los considerables sueldos de los jugadores. Ellos no van a quitarles los empleos a muy bien pagados jugadores de producción ofensiva como Ortiz, Morales, Dunn y Young. Por ejemplo, sería difícil para un equipo como los Medias Blancas de Chicago -- quienes le pagarán a Dunn $15 millones en el 2013 y el 2014 -- moverlo de la función del bateador designado al terreno, si el puesto fuera eliminado. No va a suceder ahora y no va a suceder en 10 años.
En el 2013, las nuevas ligas de 15 equipos mejorarán la programación del juego y nivelarán mucho más que un campo de juego el accionar dentro de las divisiones. Sin embargo, hasta que las reglas de los juegos interligas sean las mismas, la integridad y la equidad de la competencia serán justamente cuestionadas.
Mira, me encanta el estilo de béisbol de la Liga Nacional mucho más que tener un bateador designado a tiempo completo, pero regir al béisbol con una sola regla respecto a esto es absolutamente esencial para la continuidad del juego. Con el fin de permitir que el juego evolucione, es el tiempo justo para del bateador designado una regla uniforme en ambas ligas y dejar el bateo a los profesionales. Esperemos que el comisionado Selig, los 30 clubes y la Asociación de Jugadores de las mayores hagan lo que es correcto para el béisbol y conviertan la regla del bateador designado en un elemento permanente de todos los juegos y todos los niveles del béisbol.
