
Düsseldorf.- Los balones de fútbol dividieron a jugadores de campo y arqueros en los últimos Mundiales. El que les gustaba a unos lo despreciaban los otros. Hasta que apareció "Jabulani", la pelota oficial del Mundial de Sudáfrica 2010, y nació la unión: Es una "vergüenza".
Así lo calificó el experimentado guardameta italiano Gianluigi Buffon, pronunciando el último adjetivo lapidario que recibió el flamante esférico, reseñó DPA.
"Creo que es una vergüenza jugar con una pelota como ésta un torneo tan importante", se quejó Buffon, siguiendo los pasos de sus rivales en el podio de mejores tres porteros del mundo: el brasileño Julio César y el español Iker Casillas.
El brasileño lo comparó con los que se "compran en un supermercado" y su colega español lo definió como "un poco de playa". El inglés David James predijo que en Sudáfrica se verán "goles como en ninguna otra edición de la Copa del Mundo".
Al igual que en las últimas ediciones mundialistas, el balón diseñado por la firma alemana adidas, proveedora desde México'70, está en el centro de la escena por sus movimientos extraños en el aire y su sensación de tener poco peso, que hace que escape del control al que están acostumbrado metas y jugadores.
Fue presentado como el "mejor" cuero jamás fabricado, pero el consenso buscado no lo logró con el prisma deseado.
El delantero italiano Giampaolo Pazzini no tuvo pelos en la lengua: "La pelota es un desastre para los atacantes también". El cerebro de España, Xavi Hernández, tampoco le dio el visto bueno. "Se va muchísimo, es muy rápido y pesa menos", cuestionó.