La corrupción de Policías y militares tiene un solo culpable - Barahoneros

jueves, 27 de octubre de 2011

La corrupción de Policías y militares tiene un solo culpable


Por: Alejandro Santana.

En el año de 1974, critiqué una mala acción militar y si no me cuido, tomando ciertas precauciones me hubieran matado, gracias a Dios y a dos amigos influyentes, Ercilio Veloz Burgos y Miguel Pineda López, que aún estoy vivo.

En esa ocasión Emilio Herasme Peña, era el secretario general del entonces SNPP, y aunque trató de ayudarme no lo consiguió porque el entonces jefe de las Fuerzas Armadas no lo recibió.

Acudí entonces donde mi amigo y colega de ejercicio periodístico, Miguel Pineda López quien se había mudado para la Capital y junto a Veloz Burgos, conseguimos ir donde ese geralca.

Para no cansarle el cuento, el problema fue con agentes del G-2 de Ejército y gracias a esa entrevista los aprestos de matarme se apaciguaron.

Hoy muchos años después, me voy a permitir acusar a los altos mandos de la Policía Nacional y las Fuerza Armadas de ser los responsables de todas las vagabundearías que ocurren en las instituciones castrenses.

Ocurre que un Policía o un guardia cometen un crimen, un robo o cualquier acto delictivo que empaña la imagen de la institución y es separado de las filas, es reintegrado nuevamente en otra jefatura.



Y ocurre también que si un policía es separado por mala conducta, fácilmente es ingresado a las filas del Ejército y eso trae como consecuencia que haya delincuentes en las filas.

Yo entiendo que si un policía o militar empaña la dignidad de esas instituciones y es separado, nunca más pudiera ser reenganchado por los bien de ambos cuerpos.

Es posible que un militar o policía de bajo rango cometa cualquier diablura y alegue que desconocía la gravedad de su acción, aunque no pudiera ser porque se supone que fue debidamente entrenado.

Pero entiendo también que a los altos oficiales no se le puede permitir ese alegato debido a su formación porque realmente son formados

Pero el mal no está en si es formado o no, el problema es que lo separan en una jefatura y cuado sube otro jefe lo reingresan nuevamente.

Y algo peor aún es con la puesta en retiro de cualquiera de ellos por antigüedad en el servicio, el Presidente de la Republica lo hace por decreto como jefe supremo de la Institución, pero cuando asume otro Presidente lo reintegran.

Y lo hacen en abierta violación a los reglamentos internos de esas Instituciones, creando daños e impidiéndole a los que están a la espera de ascender que se beneficien del escalafón.

El militar o policía que es separado de las filas por haber cumplido o por haber ofendido la Institución no debe volver a los cuarteles, no se trata de un empleo cualquiera.

Se trata de los hombres formados para defender la Soberanía o para proteger el orden y la seguridad ciudadana, no se trata de políticos o funcionarios, se trata de hombres probos, honestos como quisiéramos que fueran.

Las altas instancias de la Policía y el Ejército Nacional deben reflexionar y comenzar a respetarse y a respetar sus leyes internas y no sancionar a guardias y policías cuando critican una mala acción en sus Instituciones.

Quizás sea mucho pedir, o yo puedo ser un fresco, pero se trata de los policías y guardias que como ciudadano yo necesito para vivir sin temor y sentirme protegido.

El autor es Secretario General del SNTP en Barahona