Carretera internacional Duverg�-Jiman� - Barahoneros

domingo, 13 de noviembre de 2011

Carretera internacional Duverg�-Jiman�

POR JOSE ANTONIO MATOS
Especial para Ecos del Sur.

La alta crecida que est� registrando el lago Enriquillo, y que se acent�a con las condiciones actuales y proyectadas por los organismos mundiales de meteorolog�a, en los que vislumbran una ca�da de los niveles de temperaturas ambientales en lo que va de a�o, hasta finales de pr�ximo mes de abril, junto a pron�sticos de lluvias que tanto lo �ltimo como lo primero, lo estamos viendo y viviendo, son aseguradores incontrovertibles de crecidas del Enriquillo, sobre todo, que nuestras estad�sticas nos permiten pensar, en cerca de dos metros, de esta fecha, a finales de abril, si las condiciones persiste.

No nos cuesta mucho esas aseveraciones, porque hemos seguido al dedillo el comportamiento de los dos lagos vecinos, el Azuei Y Enriquillo, los que nos han demostrado independencia de sus crecidas, aunque si influenciados ambos, por las dimensiones y frecuencias  de las lluvias en la zona, habidas cuentas de que en el mes de abril del a�o pasado, en una reuni�n de toda la sociedad de la zona en Jiman�, advertimos  la inmersi�n en las aguas del Enriquillo, a m�s tardar, en junio, y lamentablemente, as� fue.

En esta ocasi�n, a finales de a�o, con un resultado de 143 cent�metros de crecida vertical, del Enriquillo, y un promedio de crecida de 20 cent�metros en el Azuei, en lo que cuenta del a�o, hasta el 26 de octubre pasado, y que cuantificaremos en los pr�ximos d�as, pero con un visual evidente crecimiento, podemos pronosticar dificultades en la carretera de la zona de la Baitoa, donde ya hay un lugar en que las aguas est�n a menos de dos metros de la pista, como el m�s cercano.

Todo, porque no se ha querido entender que hay dos prioridades fundamentales, una, detener la crecida del Enriquillo, con la rehabilitaci�n urgente del aliviadero de Canoa, que debe ser tomado como prioridad en la declaratoria de emergencia del decreto 674-11, junto a una inmediata subvenci�n en efectivo, en lo que va la reubicaci�n de los mismos, sobre todo los m�s afectados, en toda la zona, sin distinci�n.

La situaci�n de esta zona, no puede ser peor, pero va para peor, si no se acciona a tiempo.