POR ALEJANDRO SANTANA
En varias ocasiones he recibido tratados, literatura con contenido cristiano que narran la llegada de un se�or aun pueblo y manda a poner un letrero diciendo que quien llegara hasta el antes del medio d�a, sus deudas les serian pagadas.
Desde las ocho de la ma�ana ese se�or se sent� a esperar que hasta el llegaran personas con deudas para pag�rselas seg�n hab�a prometido a su llegada.
Pasaron las horas y a eso de las once, a�n no hab�a llegado nadie, pues no confiaron en la promesa que este hab�a formulado.
A las once treinta, lleg� el primer endeudado, diciendo cuanto deb�a y se le extendi� un cheque con la cantidad que alcanzaba su deuda pidi�ndole que se quedara hasta el medio d�a junto a el.
Veinte minutos despu�s lleg� otra persona a quien tambi�n se le extendi� el cheque correspondiente a su deuda y tambi�n esper� que llegara la hora que cerraba la promesa.
Ya siendo las doce en punto los dos hombres salieron a la calle y un grupo los esperaba para burlarse de ellos por haber creido en la promesa del forastero.
Pero grande fue su sorpresa cuando vieron los cheques que hab�an recibido para pagar sus deudas, y todos corrieron hasta el lugar donde este se encontraba hospedado, pero ya fue tarde, se hab�a ido.
Narro esto porque de seguro, La Chichi que entreg� al Presidente la carta con la solicitud aunque lo hizo confiada en que seria escuchada, recibi� las burlas de algunos incr�dulos sin fe y sin esperanza.
Yo que siempre estoy hurgando en los medios de comunicaci�n cuando vi. la nota y la foto de Antonia Garc�a corriendo detr�s del vehiculo donde iba el presidente y entreg� la comunicaci�n rogu� a Dios que se prestar atenci�n.
La foto del momento de la entrega de la misiva, sorprendi� al guarda escarda del Presidente que reacciono` sorprendido de la agilidad de la Chichi.
Hay que tener agilidad para burlar la seguridad de un Presidente, acercarse a su vehiculo y poder hacer entrega de una correspondencia o decirle algo al mandatario.
Pero si me impact� la primera nota que hasta rogu� frente a mi computador para que el mandatario le prestara atenci�n a la misiva de esa joven humilde, grande ha sido mi alegr�a al ver escuchada la solicitud.
Al realizar mi peregrinaje por las paginas de los medios esta noche del lunes a eso de las ocho me he sentido como ni�o con juguete nuevo, he celebrado con alegr�a esa atenci�n de nuestro mandatario.
Cuando dije, gracias Se�or, lo hice en voz alta y mis hijos que estaban cerca se acercaron hasta m� y me preguntaron que pasaba, cuando les cont�, me dijeron, �pero no fue a usted papi�.
Claro que no fue a mi, pero como si lo fuera, y las gracias las doy por la fe de la se�ora y por la atenci�n prestada por nuestro Presidente que el Se�or toc� y puso sus o�dos en el coraz�n del pueblo, en la persona de una humilde mujer, una dominicana que merec�a se le tendiera la mano.
Gracias se�or Presidente por ella y por mi y sepa que acciones como las de hoy lunes Dios las toma en cuenta y nos perdona muchos pecados y ausencia de esos sectores que siempre lo han necesitado.
Las gracias a Dios, a usted se�or Presidente y la bendici�n a la Chichi por esa fe y confianza en su presidente, nuestro presidente.