POR MICHELLLE LIZARDO.
Se llev�, la oportunidad de que sus hijos puedan crecer orgullosos de su padre, los avergonz� para toda la vida convirti�ndolos en los "hijos de un asesino".
Se llev�, la dignidad de toda su familia convirtiendo a sus hijos, mujer, hermanos, sobrinos y dem�s, en v�ctimas de su patolog�a antisocial, llev�ndolos ciegamente a mentir por usted ante Dios, la prensa, las v�ctimas y testigos por defender lo indefendible.
Con su acto se llev�, la dignidad, privacidad, seguridad e integridad del hogar de m�s de 18 familias, incluyendo la suya!
Se llev�, la inocencia de TODOS los ni�os que aqu� viven, incluyendo los suyos, convirtiendo su espacio de juego en la escena de un crimen, dejando secuelas psicol�gicas en su memoria para el resto de sus d�as.
Arrebat� la moral y el recuerdo de personas mayores que aqu� dejaron un legado de paz, moral y hermandad por m�s de 40 a�os.
Nos manch� el recuerdo de una infancia feliz en un condominio lleno de amigos, abuelos y hermanos a todos los que aqu� crecimos y jugamos en nuestra infancia.
Les sacudi� la abnegaci�n parental a los padres de estos hogares al violentar a tiros el lugar que por a�os de constancia y sacrificios forjaron para el desarrollo integral de sus hijos en este supuesto lugar seguro.
Con su violencia, gritos, amenazas, imposiciones y falta de cuidado (suya y de los suyos) hacia los otros y hasta a los propios suyos, convirti� hace casi 10 a�os una comunidad de amigos en su campo de batalla, oblig�ndonos a ser testigos d�a tras d�a, de su desd�n hacia la vida, sus malos tratos a empleados, su mala educaci�n, amenazas a vecinos y su opresi�n a todo aquel que osara oponerse a sus deseos, fuimos testigos de su cobard�a masculina al golpear y maltratar a su mujer en el embarazo de su segundo hijo, quien ir�nicamente contagiada de su patolog�a antisocial, hoy olvida el refugio que encontr� en una de nuestras vecinas.
Se llev� con su llegada la armon�a de un equipo de familias que entre diferencias, para bien y para las peores, como HOY, siempre supo encontrar los puntos medios y el acuerdo en palabras francas con buenas intenciones.
Se llev� la discreci�n y la paz de vivir en un sector "TRANQUILO" y con sus actos nos coloc� en los medios, nos puso bajo la mira de la sociedad dominicana por un acto infame t�pico de los extractos m�s bajos de cualquier sociedad.
Para el final le recuerdo lo m�s importante, se llev� la VIDA de un hombre ejemplar, que a pesar de ser su v�ctima siempre estar� muy por encima de todo lo que usted desde su miseria pudiera llegar a so�ar, usted y su padre, quien imagino es gestor e incubador de su enfermedad, se llevaron la VIDA de un padre abnegado de 3 hijos ejemplares, un esposo, t�o y hermano honorable, se llev� la vida de un gran amigo... Hoy me atrevo a decir esto con firmeza y orgullo a pesar de nunca haberlo conocido, pues tuve la dicha de ver su grandeza en su despedida repleta, repleta de personas INDIGNADAS por el hecho, pero m�s que eso llenas de FE en la justicia, personas dispuestas, educadas, amables, solidarias, �ntegros y sobre todas las cosas LEALES a la MORAL que hoy nos ABATISTE.
Finalmente Sr. Asesino, quiso con su acto t�pico de un soci�pata llevarse todo lo que aqu� menciono, pero me enorgullece decirle que esto tuvo el efecto contrario, con esto nos devolvi� la fuerza para recordar que somos MAS!! Que los equivocados son usted y los suyos. Se llev� la VIDA del Sr. Moncada y es esto lo �nico realmente irreparable, pero para nuestra honra jam�s podr� llevarse su legado, su recuerdo en aquellos que lo conocieron, ni su historia, ni su esfuerzo por hacer lo correcto.
Hoy somos nuevamente una comunidad en paz, en uni�n y hermandad, listos para luchar unidos para que su haza�a nos marque pero jam�s nos defina.
En nombre de Todos los vecinos del Xiomara.
Tomado de Vigilante Informativo.
