La historia que nadie quiere contar; el brote de diarrea en la cordillera. - Barahoneros

sábado, 1 de octubre de 2011

La historia que nadie quiere contar; el brote de diarrea en la cordillera.


Las autoridades de salud dicen que el brote de diarrea que afecta las comunidades de la zona montañosa de Padre Las Casas está controlado, pero ayer un hombre solo, llamado Leónides Soto, atravesó la cordillera Central y cruzó dos ríos con su hijo de cinco años en brazos, para llevarlo al hospital de Padre Las Casas a salvarle la vida.

Ese trayecto tiene unos quince kilómetros. El los caminó todos, a pie y con el hijo en brazos. Él niño iba desmayado, deshidratado, unas seis horas caminando, de once de la noche a cinco de la mañana. La noche de los tiempos tiene el signo de las soledades, pero ayer él era la soledad de los caminos.

Él pensaba que se le iba a morir en los brazos, y lo abrazaba fuerte para que no se le fuera. Texto El niño no sabía nada porque estaba desmayado, deshidratado. Pero Leónides si sabía, y por eso iba llorando por todo el camino.

Mientras bajaba y lloraba, el niño, que lleva su mismo nombre, iba expulsando todo el líquido del cuerpo, defecaba sin control y vomitaba, y ambos terminaron bañados en materia fecal y vómitos de pies a cabeza. Y él lo abrazaba con amor, lo abrazaba fuerte para que no se le fuera. Nunca dejó de abrazarlo. Cuando llegó a Padre Las Casas y entró al hospital municipal, llorando y desesperado, todo el mundo se puso a llorar ante el sacrificio de este hombre que hizo un viacrucis de seis horas para salvar la vida de su hijo.

Más atrás bajó Ivelia Soto, de 68 años. Salió tan temprano que el sol la encontró en el camino. Después de una larga noche –una noche que parecía interminable- fue montada en una parihuela, que es una hamaca preparada con dos palos, por sus parientes y sus vecinos de Botoncillo. También iba deshidratada. Caminando sierra abajo, la bajaron en la hamaca. Tuvieron que cruzar primero el Río en Medio, después el río La Cueva, donde la esperaba una ambulancia para llevarla al hospital de Padre Las Casas, donde, desde el 21 de septiembre, tuvieron que habilitar dos salas de aislamiento para atender a los pacientes.

En la semana epidemiológica que va del 21 al 29 de septiembre el centro había atendido, mal contadas, a 75 personas afectadas con el brote de diarrea de zona montañosa, 47 adultos y 28 niños. Pero hoy viernes llegaron algunos más.